Con el objetivo de preservar y proteger los idiomas y dialectos que se hablan en todo el mundo se celebra, este 21 de febrero, el Día Internacional de la Lengua Materna para fomentar, además, el multilingüismo para la inclusión en la educación y la sociedad.
En el 2007 la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó la efemérides, aunque extraoficialmente se celebra desde el año 2000 cuando el Secretario General de la ONU, Kofi Annan, apoyó la celebración en su discurso, aunque fue proclamado por la Conferencia General de la UNESCO en noviembre de 1999.
Se entiende como lengua materna, el primer idioma que adquiere una persona cuando nace y que después forma parte de su vida como un instrumento de comunicación. También se conoce con el nombre de lengua nativa.
Este día se celebra para rendirle tributo al pueblo de Bangladés, ya que, en el año 1952, cuando sus habitantes estaban en las calles celebrando el Día del Movimiento de la Lengua Bengalí, fueron atacados por el ejército de Pakistán.
Muchos de ellos fueron asesinados, sin embargo, se mantuvieron firmes, defendiendo un derecho universal como es el expresarse a través de su lengua.
Las lenguas pueden considerarse un derecho universal, que representa una parte de la identidad y de la idiosincrasia de los pueblos. Sin embargo, muchas de ellas están en peligro de desaparecer debido a las transformaciones sociales y culturales que ocurren a nivel planetario.
Esto ha traído como consecuencia una pérdida de la verdadera identidad de valores, costumbres y tradiciones que caracterizan a muchos pueblos etnias y tribus, sobre todo de aquellos que todavía no entienden hacia dónde se mueve la humanidad y que, para los entendidos en la materia, sólo es la tan mencionada, pero temida palabra Globalización.