
Desde hace algún tiempo, el método facilitado por los médicos a los pacientes con las precisiones sobre el tratamiento por ellos indicado, o para la realización de estudios complementarios, tienen el siguiente texto: los servicios de salud en Cuba son gratuitos, pero CUESTAN.
En marzo reciente, las instituciones hospitalarias del país comenzaron a entregar a quienes son atendidos en ellas, una factura de cortesía, así denominada por no tener que pagarla, en la cual aparece el costo de las atenciones en ellas recibidas.
Ambos mensajes poseen el propósito de contribuir a crear conciencia en la población cubana, de cuán elevadas son las asignaciones de financiamiento para hacer realidad el principio de la Revolución de garantizar la atención gratuita de la salud.
Se me ocurre que, si no fuera por el gasto económico que ello implicaría, se podría hacer un protocolo parecido con lo que vale suministrar agua de calidad a los consumidores.
A quienes no les han colocado aún metrocontador del líquido en los hogares, se les cobra cada mes un peso por persona, por el derecho al servicio de agua; en el caso de las viviendas metradas, si abonan según lo consumido.
Al final de un reciente recorrido de periodistas por obras en ejecución para la rehabilitación del acueducto de Bayamo, Eric Benítez González, director de la Empresa de acueductos y alcantarillas Granma (EAALG), les ofreció algunos datos interesantes, que a continuación comparto con los lectores.
Para prestar servicio de agua garantizada a sus clientes, la EAALG eroga, como promedio mensual, unos 50 mil pesos, tanto en cup como cuc, en la adquisición de hipoclorito y cloro-gas, productos químicos de los que emplea unas 112 y ocho toneladas, respectivamente.
El consumo, también promedio en un mes, de electricidad para asegurar el abasto de agua en la provincia, es dos mil 100 megawatt, y de 50 mil litros de combustible diesel para abastecer mediante carros- cisterna a comunidades sin acueducto.
En condiciones de sequía y reducción del caudal de fuentes abastecedoras de acueductos, la cantidad de combustible consumido en esa tarea, ha llegado a 82 mil litros.
Eric Benítez hace una precisión que demuestra la preocupación de la dirección del país por la población: la electricidad y el carburante necesarios para el abasto de agua, se ha garantizado siempre, aunque se sabe que en ocasiones la situación ha estado bastante apretada.
Se calcula que para compensar lo invertido en suministro de agua en Granma, sería preciso cobrar, mensualmente, a cada consumidor, cinco pesos y 70 centavos.
Conocedores de estas “curiosidades”, cuando el cobrador de agua nos entregue el comprobante de haber pagado un peso per cápita por cada miembro del núcleo familiar, pensemos cuánto más sería si lo acompañara una factura no simbólica, sino real, que compensara lo gastado en suministrarnos ese líquido, sin el cual no sobrevivimos más de una semana.