Ibrahim Ferrer, sonero de talla extra

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Por Luis Carlos Frómeta Agüero | 20 febrero, 2024 |
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El legendario Ibrahim Ferrer  nació el 20 de febrero de 1927 en San Luis, Santiago de Cuba.

En 1953 se unió al grupo de Pacho Alonso en Santiago de Cuba y seis años después se trasladó a La Habana, donde la agrupación se rebautizó como Los Bocucos. De esa época datan sus interpretaciones de Nuestra ruta, Mañana me voy a Sibanicú y Aunque te pintes, junto a otros títulos que se hicieron famosos en su voz.

Alcanzó gran fama mundial en 1998 con el éxito del proyecto musical Buena Vista Social Club, donde grabó doce de los catorce temas del disco y colaboró con Omara Portuondo, Rubén González, Compay Segundo, Eliades Ochoa, Barbarito Torres y Manuel Mirabal Vásquez (Guajiro Mirabal).

Momento importante en su joven carrera fue cuando se convirtió en la voz principal de la orquesta de Chepín, con la que grabó El platanal de Bartolo, su primer hit. Poseía una voz aguda y sonera, capaz de subir a los tonos altos y bajar a los más graves.

Aunque fue uno de nuestros buenos soneros, su espectro interpretativo incluyó otros géneros, especialmente el bolero. Sin embargo, lo que más impresionaba del músico era su carisma, su elegancia natural y su inspirada entrega en cada tema.

Desde su incorporación al proyecto Buena Vista Social Club, Ibrahim Ferrer se convirtió en uno de los mejores embajadores de la música cubana por el mundo. Sus conciertos abarcaron América, Europa, Asia y Australia, además de subir a los más prestigiosos escenarios como el Carnegie Hall de New York.

Su multipremiada discografía incluyó en vida los fonogramas Buenos Hermanos y Buena Vista Social Club presenta a Ibrahim Ferrer. Con ellos acumuló tres premios Grammy, varios discos de oro y otros reconocimientos.

Popularizó temas, como Dos almas, Si te contara, Deuda, Perfidia y Quizás, quizás, con esa voz que logró el enlace difícil y mágico del arraigo con el sentimiento. Son títulos que en su estilo perdurarán siempre, porque junto a sones y guarachas hicieron del añejo intérprete un gigante entre los grandes, porque creció como artista desde la autenticidad.

Ibrahim Ferrer falleció en la capital cubana el 6 de agosto de 2005.

 

 

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