Las escasas opciones que tenían los Alazanes de Granma de avanzar a los play off en la III Liga Élite del Béisbol Cubano (LEBC), se evaporaron, este lunes, con la victoria 12×2 de Santiago de Cuba sobre Las Tunas.
El nocaut en siete entradas de las Avispas acabó con las esperanzas de la selección, que ni ganando los cuatro encuentros frente a los Leñadores, a partir del miércoles, le alcanzaría para colocarse en el cuarto lugar de la clasificación.

Con la impensada barrida a los campeones nacionales, los santiagueros redondearon 20 éxitos (e igual número de reveses), cifra a la que nunca podrán llegar los granmenses (15-21).

De esa forma, quedaron varados en la etapa clasificatoria y solo les resta luchar por el quinto puesto, aunque para conseguirlo tendrían que, al menos, apuntarse dos triunfos para relegar al sótano a Pinar del Río (16-24).

Antes de la recuperación de las subseries pendientes de los tuneros por su participación en la Liga de Campeones de América, a los Alazanes les convenía un resultado adverso de los indómitos, por lo que su avance no dependía solo de ellos.

Y sucedió lo que muchos temían: la tropa del mentor Ángel Ortega irá a completar el compromiso con los tuneros sin ninguna motivación; mientras, sus rivales necesitan sacar la escoba para acomodarse en la cima.

A pesar de las constantes lesiones y ausencias inesperadas, los Alazanes nunca consiguieron un trote estable. En su eliminación fueron determinantes las tres subseries que perdieron al hilo en la primera vuelta, traspiés del que nunca pudieron reponerse.

Y para colmo, contaron muy poco con el aporte de los refuerzos, incluyendo los que se unieron al equipo desde el inicio y los que llegaron después. Incluso, algunos de los más solicitados apenas pudieron actuar.

La suerte está echada para Ortega y sus discípulos, que en el estreno de estos certámenes con el nombre de la provincia quedaron lejos de sus pretensiones.

Ojalá esa pálida actuación no esté relacionada con tristes y lamentables sucesos de los últimos meses, porque el béisbol ni el deporte granmense lo merecen.