
La empresa nacional de servicios técnicos industriales (Zeti) es ejemplo fehaciente del sabroso bailable A la hora que me llamen voy, del afamado compositor y cantante Cándido Fabré.
Hoy sus obreros y especialistas se hacen presentes en el montaje de la planta beneficiadora de granos del complejo agroindustrial arrocero José Manuel Capote Sosa, en Puente Guillén, con una brigada de Automatización y Eléctrica y un eficiente grupo de techadores, famosos ya por sus trabajos en Granma.
A Puente Guillén lo separan de Bayamo unos 80 kilómetros de asfalto, baches, terraplenes y ya en el macizo arrocero, caminos empolvados y solitarios salpicados por cultivadores del cereal en un terreno ideal para ello y algún que otro vehículo de la rama agrícola o constructiva.
Allí se alza una moderna planta, con tecnología china, para el beneficio de semillas de arroz, perteneciente al referido complejo como parte del mejoramiento de instalaciones, para lograr mayor capacidad productiva y de almacenamiento.
La nueva instalación sustituirá una planta con más de 25 años de explotación y elevado deterioro, y propiciará incrementar rendimientos.
William Galán Galán, jefe de producción de la unidad empresarial secadero- planta de semillas, afirma que la inversión beneficiará la calidad de la simiente y permitirá el procesamiento cotidiano de 80 toneladas del cereal, donde antes solo podían beneficiar 20 toneladas en una jornada.

Los arroceros de Granma planean a futuro hacer añicos su record histórico de producción más de 84 mil toneladas (logrado el pasado año) y entregar más de 90 mil toneladas del granos, para lo cual es decisiva la calidad de la semilla.
“Prestaremos servicios a granjas arroceras, Unidades Básicas de Producción Cooperativa (UBPC), y otras bases productivas de la zona”, precisó Galán Galán.
Por su parte Rolando Oduardo, jefe de grupo de automática de la sucursal ZETI Granma, indica que esta entidad asumió la responsabilidad del montaje completo desde el nivel cero y el acoplamiento eléctrico y automatización, junto a la reparación estructural.
“Tenemos una preparación base del sector azucarero, pero a solicitud del gobierno y el Partido, no vacilamos en prestar nuestro concurso a quien lo necesite”, opina.
Por su parte Edel Aponte, jefe de brigada y mecánico montador, informó que la obra marcha al 95 por ciento, con varios equipos, como la báscula, la máquina de limpieza, clasificadores de granos, máquinas de fumigación y de ensaque y solo resta por concluir el montaje de un elevador y el piso de los pasillos y algunas conexiones de tuberías… “Todos soy muy jóvenes y entusiastas”.
Para que pueda tenerse una idea de la cantidad y calidad de las labores generales en 12 meses, la sucursal ingresó en 2018 algo más de siete millones de pesos y nacionalmente 260 millones en ambas monedas, pues todo lo que haga falta en un central lo “pone” Zeti: equipos, centrífugas, bombas mazas… y también se abre hacia nuevos horizontes.