
Un llamado a la innovación, a la diversificación de producciones y al incremento de los ingresos de los trabajadores marcó el eje central de la asamblea de balance de la Empresa de Productos Lácteos Granlac, en Granma.
Presidido por Ramón Michael Pérez Rodríguez, vicepresidente del grupo empresarial de la industria agroalimentaria, el encuentro evaluó los resultados de 2024 y las proyecciones para 2025, con el fin de impulsar la producción de alimentos y garantizar el abastecimiento poblacional.
Durante el debate, se analizaron estrategias claves, como los encadenamientos productivos y modelos de gestión innovadores, para potenciar la capacidad instalada de la industria y responder a las demandas ciudadanas.
«Es imperativo retomar líneas lácteas tradicionales y diversificarlas, aprovechando materias primas locales como frutas, vegetales y otros recursos endógenos. La colaboración con productores locales permitiría, por ejemplo, elaborar helados de frutas o encurtidos, ampliando la oferta», subrayó Pérez Rodríguez.
Destacó casos exitosos, como el puré de tomate y los alimentos procesados, e insistió en que este enfoque es vital para cumplir la misión social del sector: garantizar acceso a alimentos asequibles.
Bajo las políticas estatales, se promueven alianzas estratégicas. En ese sentido, ejemplificó cómo en Granma, la empresa cárnica ha logrado optimizar su cadena de suministro mediante ventas en plataformas digitales, destinando parte de su producción a precios módicos para la población.
La prioridad sigue siendo atender a grupos vulnerables y servicios esenciales (salud pública, hogares de ancianos y maternos). No obstante, Pérez Rodríguez reconoció retos pendientes, como los impagos a productores en los que la industria debe ser más responsable.
«Granma adeuda 20 millones de pesos a productores, concentrados en municipios como Media Luna, Campechuela, Yara, Manzanillo y Bayamo. El financiamiento ya está asignado para saldar las deudas de diciembre. Trabajamos en recapitalizar la empresa, con el objetivo de que pueda cerrar todas sus deudas y que el 2025 sea un año económicamente sostenible y enfocado en la producción», afirmó.
Este plan busca no solo resolver deudas históricas, sino también sentar bases para una industria láctea más dinámica y resiliente, alineada con las necesidades alimentarias de la población.