Innovar es un arte

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Por Yoenis Pompa Silva | 13 marzo, 2023 |
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“Yo vengo de una tradición ferroviaria. Mi familia se ha dedicado por entero a trabajar entre rieles y trenes”. Víctor Manuel de Jesús Fernández González apunta con un ademán hacia la grabadora reporteril y expresa su emoción al evocar los más 30 años de labor en Ferrocarriles Granma.

“Desde los 16 años trabajo en esta empresa, aunque mucho antes sentía inclinación por las locomotoras. Recuerdo que mi abuelo, quien fue empleado en ferrocarriles, me traía a menudo, y las semanas de receso y vacaciones las pasaba encima de esas portentosas y ruidosas máquinas”, relata.

“Cada cosa que hay aquí, son testigos de mi infancia y mi adolescencia; fue en un tren que conocí a mis primeros amores y mis encuentros furtivos, propios de la juventud”, su sonrisa picaresca delata un pasaje amoroso.

Con más de tres décadas de labor en la Empresa de Ferrocarriles de Cuba en Granma, Fernández González ha transitado por las especialidades de mecánico y electricista de locomotoras, aunque también domina otros oficios, conocimiento adquirido para desempeñarse hoy como uno de los mejores innovadores ferroviarios.

“Una de mis inventivas que ha tenido impacto social en la transportación de pasajeros fue reparar el coche motor  Bayamo-Mabay”.

“Un día le comenté a mis compañeros que iba lograr echarlo andar y así fue; unos me criticaron porque pensaban que era imposible, debido al tiempo que tenía de vida ociosa; estaba abandonado y donde quiera que lo llevaban decían que no tenía solución, pero me puse ahí, y poco a poco lo reparé.

“Tuve que hacerle adaptaciones en el freno de aire, le inventé una válvula y un gobernador de aire,  y también trabajé en el sistema de enfriamiento, pero lo más importante fue que le hice ajustes para incorporarle un tráiler, porque con dos sobrepasaba la capacidad de pasajeros”,  refiere.

Añade que en estos momentos está enfrascado en reparar las tres máquinas rusas, cuya revisión mecánica y eléctrica compartió con los técnicos de ese país cuando entraron a La Habana.

“Estoy trabajando en adaptaciones para las baterías, porque la calidad de las originales no son tan eficientes; vienen para un período de vida útil de dos años, por lo que se impone crear alternativas.

“Para ello tengo que modificar el frente de las locomotoras, con el objetivo de adecuar un banco de baterías canadiense, más grande, con lo que mejora el sistema eléctrico”.

 -¿Cómo  haces para que las innovaciones den los  resultados esperados?

-Innovar no es cosa fácil. El innovador es un artista; hay que utilizar mucho la lógica, escudriñar, investigar, reflexionar y preguntar. Ser eficiente en lo que uno hace es la garantía de la perdurabilidad de la innovación, pero para ello se necesita de mucho conocimiento que no se aprende todo en escuelas.

“Cuando tengo duda confronto las ideas con mis compañeros o con amigos en grupos de whatsapp, realizo búsquedas en internet y pongo las neuronas a funcionar. Mientras las personas disfrutan la noche en los brazos de morfeo, a veces yo estoy en mi cama tratando de buscar mentalmente la solución al problema.

“Lo  primero que hago es representar  el proceso de resolución atando la lógica del pensamiento y cuando la encuentro, todo es cuestión de materializarlo”, alude.

-¿Y la Familia?

-Aunque paso más tiempo en el trabajo que en la casa, no desatiendo mis responsabilidades, especialmente con mi hijo de 17 años. También soy un innovador de mis situaciones personales.

-¿Qué te motiva para emprender nuevas inventivas?

-Realizar cosas en aras del desarrollo.  Es una alegría indescriptible cuando veo el fruto de lo que hago.

Víctor Manuel de Jesús Fernández González no tiene reparo en el tiempo cuando de hablar de su oficio se trata. Su locuaz conversación te lleva a senderos entre líneas, raíles y el pitar incesante de las locomotoras.

 

 

 

 

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