Intelectuales reflexionan sobre censura e identidad cubana en la prensa durante el proceso dominación española

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Por Yoenis Pompa Silva | 19 octubre, 2025 |
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FOTO/ Yoenis Pompa Silva

Con la presentación del libro Censura e identidad cubana. El lápiz rojo dos décadas después, del Doctor en Ciencias Alain Basail Rodríguez, inició el Tercer Coloquio de Pensamiento Cultural Latinoamericano, como parte de la trigésima tercera edición del evento Crisol de la Nacionalidad Cubana, uno de los programas teóricos más relevantes de la Fiesta de la Cubanía, en su 31 celebración en Bayamo.

Durante la jornada académica, este domingo en el salón primero del hotel Sierra Maestra, los panelistas, escritores, intelectuales y catedráticos, analizaron las relaciones entre prensa, élites, públicos, agencias publicitarias y los mecanismos de control cultural de la dominación española entre 1878 y 1895, periodo decisivo para la formación de la conciencia nacional de la isla.

El autor de la obra explicó que desempolvar una investigación 20 años después, es una tarea muy compleja, y detalló que su libro, surgido como tesis doctoral, tuvo como propósito estudiar la censura desde la sociología cultural y las dinámicas históricas del poder.

Basail Rodríguez, recordó el impacto del centenario de 1898 en los debates historiográficos, y cómo aquella efervescencia académica influyó en su proyecto.

Precisó que, al analizar los procesos de censura, se revelan no solo las luchas de poder simbólico, sino también la manera en que la prensa cubana decimonónica tejió códigos de resistencia, identidad y sobrevivencia cultural, frente al colonialismo español.

Para el autor, la censura en el fondo honra lo que condena, situándolo en el centro del debate público.

El doctor en Ciencias Miguel Lisbona Guillén, panelista invitado, destacó el valor interdisciplinario del libro, que combina el análisis sociológico con una profunda lectura histórica.

Recordó que recibió un ejemplar de El lápiz rojo en 2005 y desde entonces lo consideró una obra pionera para comprender la censura como fenómeno de poder, comparable con los mecanismos de control ideológico en otras latitudes.

En su intervención, subrayó las paradojas de la censura y la manera en que el control previo a la prensa, lejos de silenciar, muchas veces amplificó el desacuerdo social.

El catedrático apuntó la proximidad del estudio con la teoría foucaultiana, la cual analiza los micropoderes que circulan en el orden social y estableció paralelismos con conflictos contemporáneos como el catalán, en los que resurgen discursos de unidad nacional, semejantes a los empleados por la metrópoli española durante el siglo XIX.

Según el académico, obras como la de Basail contribuyen a entender que el periodismo fue un arma modernizadora y simbólica del proceso de independencia, donde la prensa naciente articuló opiniones, identidades y futuros posibles para Cuba.

Otra de las panelistas, la Doctora en Ciencias Alicia de la Caridad Martínez Tena, resaltó la madurez intelectual del autor, quien redactó esta obra con apenas 32 años, y la calificó como “uno de los textos sociológicos más importantes de las últimas décadas.

Señaló que El lápiz rojo dice mucho del oficio del sociólogo y de su capacidad de traducir procesos históricos complejos, en una narrativa accesible para el público interesado en las ciencias sociales.

Por su parte, el Doctor en Ciencias Félix Julio Alfonso López, analizó el impacto de la censura como sistema de dominación simbólica en la Cuba colonial.

Destacó que Antonio Bachiller y Morales, a mediados del siglo XIX, ya denunciaba la aplicación de la censura previa, mientras que autores como Aurelio Mitjans y Ramón Meza condenaban en sus obras, la represión sobre los escritores cubanos.

Alfonso López explicó que Basail retoma este legado para sistematizar, desde una mirada sociológica e histórica, la evolución del control sobre los periódicos, la literatura y el teatro.

El investigador recordó que hacia finales del siglo XIX más de 200 publicaciones periódicas circulaban en la Isla, muchas de ellas sometidas a un riguroso escrutinio.

“Los lápices rojos tachaban párrafos enteros de más de 150 publicaciones políticas y 60 literarias, en un intento por domesticar el pensamiento crítico”, afirmó, al tiempo que , acotó que aun así, la prensa devino tribuna de la modernidad criolla, donde los discursos independentistas y autonomistas encontraron modos ingeniosos de burlar la censura.

El coloquio permitió un debate profundo sobre la continuidad histórica de los mecanismos de control cultural y la función emancipadora del periodismo.

Los panelistas coincidieron en que El lápiz rojo no solo hace una retrospectiva el pasado, sino que invita a repensar las políticas culturales contemporáneas, y el papel de la prensa como forjadora de identidad y resistencia simbólica en la nación cubana.

Al término, en declaraciones a La Demajagua, la Máster en Ciencias Damiana Pérez Figueredo, directora de la Casa de la Nacionalidad Cubana, significó que el coloquio de pensamiento va más allá de los análisis historiográficos, sino también cómo podemos defender, desde la cultura y la academia, la identidad cultural contemporánea, teniendo como basamento las raíces historicas de nuestros antepasados.

En el importante programa teórico, fueron presentadas otras ponencias, entre la que destacan los trabajos investigativos dedicados a la colonización cultural en América Latina, la racialidad, la mujer rural en Cuba y un análisis valorativos de las ponencias presentadas, en el segundo Coloquio de Pensamiento Cultural Latinoamericano, realizado el año pasado.

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