
Manzanillo.- La sinergia entre los proyectos internacionales AdaptHabana, de la capital cubana, y Mi Costa, que se ejecuta en la ciudad del Golfo de Guacanayabo para la adaptación al cambio climático, resultó centro del intercambio entre expertos este martes en la sala de conferencias del Hotel Guacanayabo.
El exquisito intercambio de experiencias nutrió a la veintena de participantes en la cita que prevé la aprehensión de las mejores prácticas para potenciar el resultado de sus ejecuciones, en aras de reducir vulnerabilidades y riesgos de desastres, y lograr la resiliencia de los habitantes de los sitios de intervención.
La licenciada Yadira González Columbié, jefa del proyecto de cooperación Plan de Adaptación de la Zona Costera de la Habana, detalló los objetivos y resultados de la iniciativa que forma capacidades técnicas de actores claves, y formulará las medidas a implementar por los decisores y el ordenamiento ambiental, en beneficio de los habitantes de los seis municipios costeros de La Habana: Playa, Plaza de la Revolución, Centro Habana, Habana Vieja, Regla y Habana del Este.
Con varias modalidades formativas, AdaptHabana garantiza desde 2023 la capacitación de más de 80 personas que interactúan con las comunidades, llevan nuevas maneras de pensar desde el conocimiento de los efectos del cambio ambiental y potencian la participación inclusiva de los diversos grupos poblacionales, con la metodología de educación popular, para el aumento de la percepción y conciencia climática.
La retroalimentación con los ejecutores y coordinadores granmenses del proyecto internacional Mi Costa, permitió la presentación de las acciones desplegadas en Rio Cauto, Yara y en la urbe costera de Manzanillo, segunda en importancia de la oriental provincia de Granma y sitio de intervención, con los logros en los primeros cuatro años de ejecución.
Margot Hernández Hernández, especialista municipal del Citma en Manzanillo y coordinadora del proyecto, presentó las principales preocupantes del territorio y resultados del trabajo ambiental en el territorio, del cual se prevé la pérdida de 0.9 kilómetros cuadrados de costa para el escenario 2050, y su incremento en los años siguientes.
Entre los resultados de Mi Costa, expuestos por Luis Angel García Arévalo, coordinador en Granma y especialista provincial del CITMA, sobresalen la adaptación basada en los ecosistemas y la resiliencia climática de los manzanilleros que habitan en la zona de costa en seis consejos populares, la sensibilización de los ciudadanos, la capacitación de más de 23 mil 600 personas, la restauración de 287.2 hectáreas de las 608 hectáreas de mangles, que apoyan el impacto en la recuperación de los 25.2 kilómetros de costa del territorio manzanillero.
Los coordinadores explicaron la integridad de la adaptación a todos los sectores, el vínculo y trabajo directo con los organismos e instituciones de la comunidad y el territorio, relativas a los componentes que permiten restaurar el nexo y las funcionalidades de los ecosistemas marinos y costeros, y el fortalecimiento de la capacidad de adaptación de las comunidades locales, los sectores y los marcos de planificación nacional.
La coordinadora de Nature4Cities, proyecto que se enfocó en incrementar la resiliencia a través de las SbN en Manzanillo, explicó cómo desde el ordenamiento territorial se gestó la adaptación al cambio climático en la urbe.
Igualmente fueron expuestas las vivencias de las intervenciones comunitarias, el trabajo con las bases de pescadores no estatales, la correlación y el trabajo con la Universidad de Granma y proyectos de extensión universitaria como Costa Viva, con los círculos de interés, en 25 centros docentes, las transformaciones evidentes en zonas como el Barrio Juvenil, de la ciudad Pesquera.
Simbiosis ambiental y gubernamental trascendieron del encuentro, que denotó la consagración de los integrantes y las alianzas con los entes decisores, como sustento de conquistas que integran esta dimensión a la Estrategia de Desarrollo Municipal, cual marco propicio de cumplimiento al Plan de Estado Tarea Vida.
Los integrantes del proyecto habanero expresaron la riqueza de las experiencias manzanilleras, que junto a las adquiridas en diálogos similares en otras provincias del país, les permiten enriquecer su accionar y compromiso con la resiliencia al cambio climático en la zona costera de Cuba.
AdaptHabana y Mi Costa son iniciativas internacionales que reciben financiamiento del Fondo Verde del Clima para contribuir al enfrentamiento a las transformaciones en el clima terrestre debido a la acción humana.