
De golpe y porrazo a Pedro Sánchez Sagué le cambió la vida. Aquel 5 de noviembre de 2014, al conocer su condición de seropositivo, pensó que el mundo se le venía encima; sin embargo, nunca fue así.
“A partir de entonces, noté la diferencia. Tenía varias propuestas de pareja, pero todo lo lindo que te dicen, de momento se convierte en un monstruo aborrecible, y con pena y lástima te van dejando”, así recuerda las manifestaciones iniciales de rechazo por su estado serológico.
De todas maneras, esa situación no le resultaba ajena, desde antes sufría discriminación por el solo hecho de sentirse atraído por personas de su mismo sexo.
Esa es la vida de este joven bayamés de 27 años que, además de lidiar diariamente con expresiones de homofobia, se ve exigido por el enorme sacrificio y la tremenda concentración que demandan sus estudios de Medicina, carrera que pudo recomenzar.
Pero no conoce de imposibles. Al regresar a la Facultad de Ciencias Médicas, de Bayamo, llegó con un propósito, encabezar el proyecto Pulso para socializar conocimientos y experiencias sobre orientación y educación sexual, entre otros temas.
“Hay personas que no lo entienden, les cuesta comprender que jóvenes, después de la docencia, sin ningún pago, ni nada material que lo retribuya, hacen algo beneficioso para los demás. Marcamos una vanguardia, nos estamos superando y reinventando, pero también crea oposición”, expone.
“Eso te habla de lo mucho que hay que hacer, esa es la razón por la que Pulso existe”, afirma Pedro, quien después de su última relación, se quedó con lo más lindo de ella y con lo que aprendió.
Sin embargo, a José Daniel Mora Asanza le resultó más difícil “salir del closet” y lo hizo del modo que mejor consideró, “a la fuerza llevé a mi pareja a la casa”, revela, y no se muestra arrepentido.
Aún así, reconoce una década después, que de haber contado con otras herramientas, hubiera actuado diferente, “a pesar de tener una vida basada en la heteronormatividad, como parte de una familia machista, con marcada discriminación hacia los homosexuales”.
Cuenta que en casa sufrió una guerra psicológica con muchas prohibiciones, “incluso salir y entrar de la casa, para hacerlo brincaba una cerca con candado”. Asimismo, anduvo por los derroteros de la iglesia fundamentalista, “eso también ayudó a construir ese edificio homofóbico, desde varias aristas”, agrega José Daniel, a quien le costaba trabajo entender lo que sucedía.
Pero su inclinación iba más allá, quería encontrar una respuesta a su atracción por los hombres, “pero hacia los que transgredían su identidad. Esa ambigüedad (hombre y mujer) me causaba placer”, recuerda.
Y pudo descubrirse a plenitud, mientras llegaron personas para ayudarlo y brindarle conocimientos, “proyectos como el HSH, y los del centro memorial Martin Luther King”, reseña el trabajador de Campismo Popular y estudiante de licenciatura en Gestión Sociocultural.
Su pareja, Blas Leonardo Benega Jerez, anhela un día no muy lejano ver a una chica transexual lucir falda como camarera en un restaurante o de presentadora de televisión.
Ella, como casi toda la comunidad LGBTI (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales), tiene mucho que contar; también ha sido víctima de actitudes homofóbicas, por eso, repasa, entre tantas anécdotas, el peloteo al que es sometida, cuando sale en busca de trabajo.
Y como si fuera poco, “casi siempre lo que tienen para ofertar es auxiliar de limpieza, es un trabajo digno, pero me siento en condiciones de asumir otro puesto”, destaca.
Incluso pensó que la situación mejoraba cuando ganó una plaza para mujer y directa a la producción en Mathisa (fábrica de almohadillas sanitarias, de Bayamo), “pero al reabrir después de fin de año, incorporaron a todos los contratos menos a mí”, lamenta.
“Hay que sensibilizar a las personas, por encima de todo somos seres humanos, los trans no tomamos esta opción de vida, nacimos así, con nuestra forma de expresarnos, de vivir y con los mismos derechos que los demás”, acota Blasi de 24 años; mientras espera el mes de septiembre, para comenzar la licenciatura en Derecho en la modalidad de curso por encuentro.
POR LA OPORTUNIDAD DE SER FELIZ
Hace casi dos décadas, Omar Parada Soto asumió la coordinación provincial en la Red HSH, “el reto era también para la familia, la comunidad y los actores sociales que actúan en la respuesta ampliada al VIH”, comenta entusiasta.
“Muchos hombres no se contagiaron, porque conocieron a tiempo sobre esos temas, de autocuidado, sexo seguro, percepción del riesgo, aunque siempre queda mucho por hacer”, añade quien tampoco pudo escapar a manifestaciones homofóbicas.
“Lo importante es crear entornos favorables para que los individuos puedan acceder a estilos de vidas saludables y pacíficos; además, si niegan espacios, si continuamente son irrespetados, discriminados e invisibilizados, nunca tendrán la oportunidad de ser felices”.
Grandes amigos y grandes experiencias, tristes a veces porque son vividas desde la familia y sufrir discriminación duele imaginen que sea por los que tú amas entonces mí gente linda por todos los derechos para todas las personas sigamos en esta lucha en un No contra la homofobia y la transformación.
Felicitar a estas maravillosas personas que defienden los derechos de la comunidadLGBT+ de Granma y de Cuba,enfrentaron los prejuicios de la sociedad. Hoy son miembros de la Red HSH y Red Transcuba y trabajan en la hermosa tarea de la prevención de las ITS y el VIH-SIDA , a la vez de ayudar a que las personas se sencivilicen con los pacientes por VIH. Uniendos enfrentando todo acto de homofobia y transfobia. Gracias amigos y colegas de trabajo. Seguiremos alzando nuestras voces.
Muy Valiente Blasi por denunciar la transfobia institucional. Ojalá el cuerpo legal que debe desplegar el proceso constitucional sancione severamente a las personas e instituciones que mantengan tal práctica discriminatoria y plagada de prejuicios.
Tengo el inmenso placer de conocer a esas 4 valientes PERSONAS. Todo el odio y la discriminación que sufrimos nos hace fuertes y demuestra la capacidad de sobreponernos a los estigmas. Grandes todo@s. Los amo mucho. Gracias La Demajagua
Buen y necesario trabajo. Más en estos tiempos donde es tan importante darnos reconocimiento en la sociedad cubana, además a poco tiempo de la reforma al Código de Familia, q esperemos esté a la altura de estos tiempos y pueda ser tan inclusivo como nuestro proyecto de Revolución.