Noventa y dos años hace que nació en Cárdenas, Matanzas José Antonio Echavarría Bianchi, el primogénito del matrimonio formado por Antonio Jesús Echeverría González y Concepción Bianchi Tristán.
Disfruta de su infancia feliz pleno de gozo, a pesar del asma que lo agobia desde pequeño. Amante de la pintura, música, teatro, danza y filatelia. Tiene afición por la matemática y el dibujo por lo que decidió estudiar arquitectura.
Practica remo, natación y baloncesto. Culmina su enseñanza primaria con éxitos y comienza el Bachillerato en el Instituto de Segunda Enseñanza y se gradúa en mil 950.
En la universidad es elegido delegado de asignaturas y de curso. Organiza el Grupo Arquitectónico de Renovación Estudiantil (GARE), que reunió a los jóvenes más radicales, logrando la presidencia de la asociación de estudiantes en esa facultad. También es elegido secretario general, vicepresidente y presidente de la Asociación de Alumnos de Arquitectura, hasta alcanzar, posteriormente, la presidencia nacional de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU)
Asiste en Chile al Segundo Congreso de Estudiantes Latinoamericanos y recorre varios países para dar a conocer la lucha que se libra contra el gobierno de Fulgencio Batista. A su regreso va a México a reunirse con Fidel Castro que prepara una expedición armada y allí firma la llamada Carta de México en la que se comprometen, su organización estudiantil y el Movimiento encabezado por Fidel, a luchar contra la tiranía de Batista y “hacer la Revolución”.
Ante la intensificación de la lucha era necesario crear un organismo rector de la actividad por la vía armada. Surge el Directorio Revolucionario, compuesto por dirigentes de la FEU y otras agrupaciones; José Antonio Echeverría asumió la dirección de esta organización y a fines de 1956, junto a Menelao Mora, reavivan la idea de atacar al Palacio y acabar con Batista.
A inicios de enero de 1957 se concertó la primera reunión formal entre el Directorio Revolucionario y el grupo de Mora, en ella abordaron los propósitos comunes y las formas de llevarlos a vías de hecho. Reunidos días después mostraron su total identificación y confianza en el éxito de la gesta basada en la tesis de “golpear arriba”.
Su concepción acerca de la Revolución quedó expuesta en el Manifiesto al Pueblo de Cuba, publicado en la edición clandestina de la revista Alma Mater, en marzo de 1956: “La Revolución es el cambio integral del sistema político, económico, social y jurídico del país y la aparición de una nueva actitud psicológica colectiva que consolide y estimule la obra revolucionaria”.
José Antonio Echeverría Bianchi (Manzanita) por el color rojizo de su cara o (El Gordo) por su complexión física fue uno de los dirigentes revolucionarios más destacados que tuvo la juventud cubana y, muy especialmente, el movimiento estudiantil universitario de esos tiempos. Indiscutible líder revolucionario, patriota y antimperialista, formo parte de una generación de valientes cubanos dispuestos a cambiar su tiempo y con qué armas debían cambiarlo.
El discurso de Echeverría en la emisora Radio Reloj fue mencionado en el poema “Tres minutos de verdad” escrito por el poeta ruso-soviético Yevgeny Yevtushenko y expresa:
Y el muchacho llamado “Manzana”,
no por la gloria,
sino por el bien de todos, simplemente,
para que toda Cuba supiera la verdad,
con sus amigos decidió ocupar la emisora.
Pistola en mano,
apareció de pronto,
le arrancó a los cantantes el micrófono,
y fue su voz la voz de Cuba, del valor y la fe
diciendo a todo el pueblo la verdad.
¡Tres minutos tan sólo!
¡Nada más tres minutos!
Y se escuchó un disparo…
Después, sólo silencio.
El escritor vietnamita Phùng Quán también escribió:
“La historia de Manzana me da una gran lección sobre el arte del lenguaje. Incluso los temas más importantes, como la realidad o la verdad, podrían expresarse sólo en 180 segundos, con la condición de que el autor tenga que usar su vida para pagar ese tiempo tan valioso. ”
José Antonio Echeverría realiza importantes declaraciones en favor de la amnistía de los presos políticos incluyendo a los asaltantes de los cuartales Moncada y de Bayamo. El 27 de marzo de 1955 la revista Bohemia publica declaraciones suyas al respecto:
¡Qué no quede en la cárcel uno solo de los dignos luchadores contra la dictadura! Todo intento de excluir a los combatientes del Moncada de la amnistía se encontraría con el más amplio repudio de la opinión pública. No cabe esperar de este régimen generosidad espontánea; el Gobierno sólo accederá a conceder una amnistía general política cuando la presión de la opinión pública se haga irresistible.
Cuando ocurre el golpe de estado el 10 de marzo de 1952 está en Cárdenas. Regresa a La Habana y profundiza más su posición revolucionaria y combativa. La dirección de la FEU le encomienda organizar la huelga estudiantil en los planteles de enseñanza secundaria, y para ello viaja por todo el país. Su misión surte efecto. La dictadura allana los colegios y detiene a los dirigentes para acabar con la huelga.
Entre el 2 y el 6 de abril, participa en la jura de la Constitución de 1940. Además como secretario general de la FEU, se ocupa de la celebración del III Congreso de Estudiantes Secundarios, que tiene lugar en el Salón de los Mártires de la Universidad de La Habana.
El 13 de julio de 1956, Echeverría es reelegido presidente de la FEU con prácticamente todos los votos. Al día siguiente hace unas declaraciones para la prensa:
El libro de la Historia nos está esperando. Escribamos en sus páginas actos dignos de nuestros antecesores. Como representantes de la juventud cubana e hijos cubanos, tenemos sobre nuestros hombros una seria tarea que cumplir.”
aquellos jóvenes que murieron en la plenitud de sus vidas; por ello el agradecimiento eterno de todo el pueblo.