José Jacinto Milanés y Fuentes, es un dramaturgo cubano, representante del romanticismo y uno de los principales poetas insulares del siglo XIX, nacido en Matanzas de la unión matrimonial entre el bayamés Don Alonso Milanés y la matancera, Doña Rita Fuentes.
No obstante a la situación económica de la familia aprendió varias lenguas, entre ellas, el francés, el italiano y el Latin, y también, ocupa su tiempo en la lectura de los clásicos del teatro español.
Se convierte en un lector incansable de las obras de Lope de Vega uno de los poetas y dramaturgos más importantes del Siglo de Oro español y Calderón de la Barca un escritor, dramaturgo y sacerdote español.
Inicia su actividad literaria gracias a su amistad con Domingo del Monte. Sus primeros poemas (El aguinaldo habanero, 1837) son de un sensible romanticismo.
En 1838 escribió El conde Alarcos, drama en verso sobre la leyenda castellana que tuvo una gran repercusión en el movimiento romántico cubano que escribió al año de encontrarse en La Habana, y que se estrenó en el “Teatro Principal”, por la “Compañía Duclós”, con gran éxito de crítica.
Con el estreno del drama, Aurelio Mitjans nos dice: “Es ciertamente “El Conde Alarcos” una producción donde pueden señalarse algunos lunares con imparcialidad, pero cuenta también belleza suficiente para justificar la aceptación que tuvo y los aplausos que arrancara en su presentación”.
El nombre de José Jacinto Milanés no sólo se mencionó en la isla, de un extremo a otro, sino que hizo posible que el mismo se escuchara, en la Metrópolis española.
Al mismo tiempo empezó a colaborar en diversos periódicos y revistas de La Habana y Matanzas.
La parte más voluminosa de su producción fue sin duda la teatral, en sus diversos géneros; así, el drama en Un poeta en la corte, y la comedia en Por el puente o por el río. Escribió asimismo doce cuadros costumbristas dialogados, en octosílabos, reunidos bajo el título El Mirón Cubano (1843). La fuga de la tórtola, esta última una de sus más bellas composiciones en la que expresa su amor por la libertad.
Los primeros poemas de Milanés fueron publicados en La Habana por Ramón de Palma y José Antonio Echevarría en la revista literaria Aguinaldo Habanero. Las obras de Milanés tuvieron una acogida favorable entre la crítica y el público cubano de su tiempo.
Hacia 1843 sufrió un revés amoroso que le sumió en un estado de desequilibrio mental, al enamorarse de su prima Isabel Ximeno, ya que nunca fue correspondido. Para mejorar, emprendió con su hermano Federico Milanés un viaje por Estados Unidos, Londres y París, del que volvió a Cuba en noviembre de 1849, ya recuperado. Pero en 1852 recayó sin que nunca más llegara a reponerse; quedó desde entonces recluido en su domicilio hasta su fallecimiento.
La historia de su vida la revelan sus escritos apacibles. Nada ni nadie hizo posible que Milanés abandonara su silencio, su abstracción y su frialdad, cuando le iban a visitar, y pasaban las horas a su lado.
Entre sus poemas más reconocidos está La fuga de la tórtola, La madrugada, El alba y la tarde, Vagos paseos, y El beso, donde expresa sus inquietudes filosóficas- moralistas, con el tema de la pureza.