El compositor y pianista cubano José María Vitier, autor de la célebre banda sonora de Fresa y Chocolate (1993), fue galardonado con el Premio Internacional de Composición “1573” de 2025, en reconocimiento a su destacada contribución a la música contemporánea y a su papel en el diálogo cultural entre Oriente y Occidente.
El anuncio se realizó durante la Ceremonia de Gala “Que la Poesía y el Vino Calienten a Todos”, celebrada el 2 de noviembre en el Centro Deportivo Olímpico de Luzhou, China.
El evento reunió a poetas, escritores, músicos y artistas de países como China, Rusia, Cuba y Perú, junto a figuras internacionales como Jackie Chan y el cantante Yan Weiwen, en un homenaje a la poesía, el vino y el intercambio cultural.
Durante la gala se entregaron los tres principales galardones de la edición: el Premio Internacional de Poesía 1573, otorgado al ruso Maxim Amelin; el Premio Internacional de Traducción de Poesía 1573, concedido a Zhang Zhenhui y al sinólogo alemán Wolfgang Kubin; y el Premio Internacional de Composición 1573, que recayó en José María Vitier, por su excepcional aporte musical y su compromiso con la cultura cubana.
Trayectoria de un creador esencial de la música cubana
Nacido en La Habana en 1954, José María Vitier pertenece a una familia emblemática de la cultura cubana: es hijo de los poetas Cintio Vitier y Fina García-Marruz.
Pianista, compositor y arreglista, ha desarrollado una obra que transita entre la música sinfónica, la de cámara, la coral y la cinematográfica, combinando lo popular y lo culto en un estilo único.
Entre sus composiciones más reconocidas se encuentran la Misa Cubana a la Virgen de la Caridad del Cobre, Habana Concerto, Travesía, Canciones del buen amor y las bandas sonoras de La bella del Alhambra (1989) y Un paraíso bajo las estrellas (1999).
Su música se caracteriza por un lenguaje profundamente espiritual, donde confluyen la herencia afrocubana, la tradición clásica y la sensibilidad poética.
Ganador de múltiples distinciones, Vitier recibió en 2021 el Premio Nacional de Música de Cuba, el máximo galardón que se otorga cada año a personalidades destacadas del arte en la isla.
“Siempre me he sentido libre en Cuba”
Pese a las limitaciones que reconoce en el entorno cultural cubano, Vitier afirma que su libertad creativa ha sido siempre personal e inquebrantable. Así lo comentaba para una entrevista con EFE.
“Uno se puede sentir muy libre, pero eso es producto personal. Yo siempre me he sentido libre, he hecho la música que he querido hacer”, sostiene el compositor, quien considera que las libertades son “un asunto social”.
Vitier explica que decidió permanecer en Cuba por un vínculo emocional y espiritual profundo con su tierra:
“Mi familia y yo tenemos una relación entrañable con la isla. La llamamos ‘la isla infinita’ porque es espiritualmente y artísticamente infinita. Ejercito esa libertad de disfrutar vivir en Cuba, de disfrutar la cultura cubana, que es un manantial. Nunca me voy a arrepentir de haberme quedado”.
El músico, reconocido también por su mirada humanista, considera que preservar la cultura pasa por proteger el derecho a la diversidad, no solo en Cuba, sino en todo el mundo.
“Podemos repasar el espectro ideológico de las personas que me siguen y me satisface ver que es amplísimo. No todos piensan como yo, pero sí se comunican con mis mismas emociones. Eso es lo más importante que debe buscar un artista”, reflexiona.
Para Vitier, la música debe seguir siendo un instrumento de comprensión del mundo, no una vía de evasión. “Hay que trabajar desde donde nos tocó”, afirma, reafirmando su compromiso con la creación desde Cuba.
Un puente entre culturas
El Premio Internacional “1573”, instaurado en 2018 por la Conferencia Internacional de Poesía y Cultura del Vino, celebra la fusión entre arte, literatura y tradición. Su nombre honra al célebre licor Luzhou Laojiao Guojiao 1573, símbolo del patrimonio vinícola chino.
Con más de 200 actividades culturales y participantes de 60 países, este certamen se ha consolidado como una plataforma global de encuentro entre poetas, músicos y traductores.
En esta edición, la distinción a José María Vitier reconoce no solo su excelencia artística, sino también su capacidad de tender puentes entre la espiritualidad de la música cubana y la universalidad del arte contemporáneo.
Con una carrera que combina raíz y modernidad, Vitier reafirma que, al igual que la poesía y el vino, la música puede reconciliar emociones, culturas y mundos.
(Tomado de Alma Plus TV)
