José Martí firma la orden de alzamiento para una Guerra Necesaria

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Por Gislania Tamayo Cedeño | 29 enero, 2023 |
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El 29 de enero de 1895, se redactó en Nueva York el decreto del alzamiento en toda la isla de Cuba para el reinicio de una nueva contienda independentista.

El documento contó con la firma de José Martí, como delegado del Partido Revolucionario Cubano; la del general Mayía Rodríguez, como representante personal del general Máximo Gómez, General en jefe; y la del comandante Enrique Collazo, enviado por la Junta Revolucionaria de La Habana.

La orden detallaba que el alzamiento era de manera simultánea, no de forma separada para no correr el riesgo de que la revolución fuera a fracasar.

El 7 de febrero, Juan Gualberto Gómez envía a Martí un cablegrama con la clave «giros aceptados». Esto expresaba el acuerdo final para la guerra. La Junta directiva reunida en La Habana acordó como fecha para tales acciones el 24 de febrero, por ser domingo y además festivo.

Al mismo tiempo, Juan Gualberto envía comisiones para corroborar que el alzamiento se haría en la fecha del 24 de febrero. El comisionado Pedro Betancourt Dávalos va a Las Villas, donde el Coronel Francisco Carrillo acepta; el comisionado Juan Tranquilino Latapier va a Oriente a asegurar la participación del Mayor General Guillermón Moncada y el coronel Bartolomé Masó.

Aunque en Occidente y Centro el plan de alzamiento no funcionó como estaba acordado en el Oriente fue exitoso.

Guillermón Moncada recibe la orden por telegrama el 22 de febrero y rápidamente avisa a los otros jefes del territorio. Parte de Santiago de Cuba, con dirección a Alto Songo, y se unió a la lucha. Alfonso Goulet se alzó en El Cobre y Victoriano Garzón en El Caney. También se unen a la guerra las zonas de Ti Arriba, Palma Soriano y Mayarí.

El 24 comenzó la lucha en el resto de las regiones orientales. Las fuerzas alzadas se reúnen en Baire y en asamblea de jefes y oficiales, nombran cargos provisionales y se organizan por territorios para la guerra.

Con este hecho se reinició en Cuba, la lucha contra el colonialismo español, una guerra necesaria, continuidad de la iniciada el 10 de octubre por Carlos Manuel de Céspedes.

Estas acciones facilitaron el arribo a Cuba de José Martí después de haber viajado por diferentes países de América y ciudades de Estados Unidos recaudando fondos y uniendo a los principales jefes de la Guerra del 68 para la nueva contienda.

Tres años de duro bregar tuvieron los cubanos en este nuevo empeño de ver a Cuba libre, sin embargo la captura de algunos jefes, la retirada de conspiradores, la traición y el fusilamiento por los españoles permitió que la victoria fuera arrebatada por los Estados Unidos e intervinieran en la isla.

Se instaura en Cuba la neocolonia y se convierte la Isla en un apéndice constitucional que permitía a la nación norteña intervenir en el territorio a su antojo.

En el aniversario 120 del inicio de la Guerra Necesaria en el Centro de Estudios Martianos en La Habana el doctor en Ciencias Históricas e Investigador titular Ibrahim Hidalgo Paz señaló que “el 24 de febrero de 1895 no fue el resultado del pensar y el hacer de un solo hombre, de una personalidad aislada. José Martí fue el guía, el conductor, el unificador de voluntades y de acciones, pero en este proceso, como en cualquier otro de orden social, ningún individuo logra lo que la mayoría rechaza, ni puede hacer caso omiso de las circunstancias históricas. Aquel hecho fue el resultado de un conjunto de voluntades unidas tras propósitos definidos, conocidos y compartidos, los cuales respondían a los deseos y las aspiraciones populares”.

Manifestó, además que en el tercer lustro del siglo XXI, no solo debemos ofrecer nuestro homenaje a aquellos hombres sino que, con disposición similar, tenemos el compromiso de seguir su ejemplo y rechazar los intentos de anular nuestra combatividad y pensamiento. Llamó, además, a darle curso a la razón junto al sentimiento, como única manera de formar verdaderos patriotas para defender a Cuba, y ser continuadores de la obra y las ideas de quienes ante todas las adversidades no dudaron en proclamarla libre.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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