Francisco Vicente Aguilera y Francisco Maceo Osorio, iniciadores de nuestras guerras de independencia reunidos de manera clandestina en Bayamo para la preparación del levantamiento armado por la independencia de Cuba del imperio español, delegaron en Pedro Figueredo Cisneros, (Perucho) para que creara la composición de un himno que fuera como La marsellesa de los revolucionarios cubanos.
Ese mismo día acordaron constituir un Comité Revolucionario y al finalizar la reunión, el patriota Francisco Maceo Osorio dijo a Perucho… «Se puede decir que ya estamos reunidos en Comité de guerra… ahora te toca a ti componer nuestra Marsellesa».
Al día siguiente, el músico, abogado y patriota Perucho Figueredo dio a conocer a los integrantes del Comité su himno patriótico, y lo nombró La Bayamesa.
Perucho llevó la partitura al maestro Manuel Muñoz Cedeño, director de la orquesta de la iglesia parroquial, para que la orquestara e interpretara el 11 de junio de 1868 en el Te Deum con que finalizaban las festividades del Corpus Christie.
El jueves 11 de junio de 1868, hace 157 años el himno fue interpretado por primera vez en público en la Iglesia Mayor de Bayamo, durante un solemne Te Deum con motivo de las festividades religiosas católicas del Corpus Christi, en presencia del Gobernador Militar de la Plaza, coronel Julián Udaeta y otras autoridades militares, y de un gran número de fieles, civiles y eclesiásticas de la sociedad.
Así se oyeron por primera vez en forma pública las notas de este himno. La marcha fue ejecutada dentro de la iglesia, bajo los sentimientos patrióticos de los revolucionarios que acompañaron a la banda en procesión.
Udaeta llamó a Figueredo para reprenderlo y a la vez le asevera… “Aquella música singular, que si bien tenía mucho de lo triste y dulce que se cantaba por Bayamo, también a veces era como una música de guerra que enardece el corazón”.
Perucho Figueredo le respondió: “Señor Gobernador, no me equivoco al asegurar, como aseguro, que no es usted músico. Por lo tanto, nada lo autoriza a usted para decirme que ese es un canto patriota”, le expresó Figueredo.
A lo que Udaeta le contestó: “Dice usted bien; no soy músico, pero tenga la seguridad de que no me engañó. Puede usted retirarse con esa certidumbre”
Udaeta confirmaría su sospecha el 20 de octubre de 1868, cuando los patriotas tomaron la ciudad de Bayamo y el pueblo entero cantó y tarareó la marcha que devino nuestro Himno nacional al que se considera un canto de guerra para los cubanos.
La Bayamesa es un himno de combate, surgido en el fragor de la lucha insurrecta contra el poder de la metrópoli. Llama a defender la Patria en el combate y ofrendar la propia vida en busca de la ansiada libertad.