Para Isabel Dolores Fernández, nacida el 1 de marzo de 1910, resultaban pequeños los espacios que posteriormente dejaban sus funciones de esposa y madre. Las tareas hogareñas absorbían la intensidad de esta manzanillera, bautizada como la Niña, madrina de la trova, en su natal ciudad.
Frisaba los 17 años de edad, cuando, al pasar por La Suiza, antigua ferretería ubicada frente al parque Carlos Manuel de Céspedes, escuchó una música que, como amor de primer flechazo, la motivó a traspasar el umbral del establecimiento.
-¿Quiénes son los intérpretes?, preguntó la joven.
– El Trío Matamoros- respondió el dependiente y ella, favorecida por conocimientos elementales de teoría y solfeo, que le impartió el profesor santiaguero Guillermo Mozo, incorporó a su guitarra lo escuchado. Iniciaba su vida como trovadora, cantante y guitarrista.
DÚO HERMANAS FERNÁNDEZ
Junto a la hermana Concepción (Conchita), integró el dúo que eternizó su primer apellido, con el que se presentó en la sede nacional de la Unión de Periodistas de Cuba, en Bellas Artes, los Jardines de la Uneac, la Peña de Benito (donde conoció al dúo Los Compadres) la de San Lázaro, la Casa de la trova de Santiago de Cuba…
En tiempos de férreo machismo, para una mujer dedicarse a la vida artística, por lo general, llevaba a la censura del esposo o de la familia.
El siguiente pasaje da muestra de ello. En cierta ocasión, se presentaron en la glorieta morisca, acompañadas por el guitarrista Sergio Barrios (Titín), cuyo éxito rebasó las expectativas. La prensa de Santiago de Cuba, capital de la provincia de Oriente, reflejó en sus páginas justos elogios a las Hermanas Fernández.
El esposo de Conchita, al leer la noticia en la que se hablaba de las
Hermanas Fernández, interrogó a su esposa sobre si las referidas eran ella y Niña. Conchita, cómplice de su secreto, encontró una ideal salida:
-No somos las únicas hermanas Fernández que cantan.
Con el paso de los años, él asimiló la faceta artística de su esposa y ella siguió cantando.
TRÍO LA ROSA
Tras la desintegración del dúo, en la década de los años 70 del siglo precedente, Isabel Dolores continuó en solitario su labor trovadoresca,
hasta unirse al guitarrista Leopoldo Aguirre y la cantante Julia Mesa, con los que fundó el Trío La Rosa, disuelto años después, por problemas de salud y personales de los integrantes.
Luego, sobrevino una segunda etapa, con Enrique Romagosa a la guitarra y la voz de Eduardo Batista Naranjo; y una tercera de Niña La Rosa con Kiky Romagosa y Mario Arias, esta última la de mayor relevancia.
Múltiples fueron los reconocimientos resguardados con amor en la prolífera carrera musical: las medallas por los aniversarios 20 y 25 del Movimiento de artistas aficionados y la del Mérito Artístico del mismo, la Orden del Sindicato Nacional de Trabajadores del Arte y los Espectáculos, el Pergamino de la Ciudad, conferido por el gobierno
local, diploma por el Amor a la cultura popular, reconocimiento especial de la Casa de la trova de Manzanillo, por su participación en el II Encuentro de tríos…
EVOCACIÓN
Víspera del Día de las madres, Niña La Rosa, fallecida el 4 de noviembre de 2004, regresará junto a Matamoros y los demás trovadores para, en tradicional serenata, dedicarle a mamá, este domingo.