La Ciudad Luz brilló, pero sus medallas…

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Por Granma | 14 enero, 2025 |
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FOTO/ PL

En la medida en que pasa el tiempo la historia se hace más caudalosa, y en consecuencia más apasionante, aun cuando recoja hechos que en su momento fueron desagradables noticias. En la rica y trepidante memoria olímpica, las medallas con las que se premian los esfuerzos cuentan con sucesos muy interesantes, pero también con empañadas páginas.

Por ejemplo, hay atletas que han subastado sus preseas, y no son pocos en el mundo entero, incluyendo algunos cubanos: hay quienes, de manera altruistas, lo hicieron para ayudad a solu cionar un problema de salud o a fin de aliviar una situación social.

Sin embargo, desde la corona de olivo, que fue el premio para el ganador en los Juegos Olímpicos Antiguos, y que según Pausanias, su diseño fue presentado por Heracles, a fin de premiar al ganador de la carrera a pie en honor a Zeus, hay poca información, o ninguna, sobre el deterioro de ese reconocimiento tras la premiación, como sucede hoy con las entregadas en París-2024.

De acuerdo con un despacho de Prensa Latina, que cita al diario digital de investigación La Lettre, más de un centenar de medallas entregadas en los Juegos Olímpicos de París resultaron defectuosas, sin que de momento exista una solución técnica.

El skateboarder estadounidense Nyjah Huston y el nadador francés Maxime Grousset mostraron los problemas con sus preseas en las redes sociales, desde agosto de 2024, en plena celebración de los Juegos Olímpicos, según una nota el diario as, fechada el 9 de agosto del pasado año.

Huston declaró, entonces, que «lucía bien cuando era nueva, pero después de dejarla en mi piel, con un poco de sudor por momentos, y luego dejársela a mis amigos durante el fin de semana, aparentemente no son de tan buena calidad como uno pensaría», confesó el deportista, ganador del metal bronceado, el 29 de julio de 2024.

Esa misma fuente dio cuenta, el propio 9 de agosto, de que algunas estimaciones, situaban el valor de la medalla de oro en 863 euros, la de plata en 436 euros, pero la de bronce en solo 3,50 euros.

El Comité Olímpico Internacional dicta las propiedades físicas de las medallas, y decide sobre el diseño. Las especificaciones para cada edición las desarrolla junto con el Comité Olímpico Nacional, que organiza los Juegos, aunque ha introducido algunas reglas.

En un artículo publicado en marzo de 2011, en www.powerhousemuseum.com, titulado El bello arte de la victoria, aparecen varias de esas normas, entre ellas que su forma es generalmente circular, con diámetro mínimo de 60 mm, y un espesor de tres mm. En cuanto a los materiales, específica que la de oro está compuesta, al menos por un 92,5 % de plata, con un baño de seis gramos de oro; la de plata por el mismo porciento de ese metal, y la de bronce, también por 92,5 %, pero de cobre.

Ha habido otras polémicas, como la de la crítica de la prensa griega en torno al diseño, por ignorar el lugar de nacimiento de los Juegos, señalando que la característica de larga data en el frente de las medallas representaba el Coliseo romano en lugar del Partenón griego.

Esta de París-2024 ya entró en la historia, pero no por una buena marca.

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