La historia me absolverá: paradigma de todos los tiempos

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Por Gislania Tamayo Cedeño | 15 octubre, 2023 |
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El 16 de octubre de 1953, en una pequeña sala de la escuela de enfermeras del Hospital Civil de Santiago de Cuba, Fidel Castro fue llevado ante los tribunales para su sentencia por los hechos ocurridos el 26 de julio de 1953   cuando los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, en Santiago de Cuba y Bayamo.

Ante este juicio, Fidel, licenciado en Derecho Civil, decide asumir su propia defensa.

Señores magistrados:
Nunca un abogado ha tenido que ejercer su oficio en tan difíciles condiciones; nunca contra un acusado se había cometido tal cúmulo de abrumadoras irregularidades. Uno y otro, son en este caso la misma persona. Como abogado, no ha podido ni tan siquiera ver el sumario y, como acusado, hace hoy setenta y seis días que está encerrado en una celda solitaria, total y absolutamente incomunicado, por encima de todas las prescripciones humanas y legales.

En su declaración Fidel precisa que la lucha revolucionaria sería una lucha del pueblo y para el pueblo, y sentencio.

…cuando hablamos de pueblo no entendemos por tal a los sectores acomodados y conservadores de la nación, a los que viene bien cualquier régimen de opresión, cualquier dictadura, cualquier despotismo, postrándose ante el amo de turno hasta romperse la frente con el suelo. Entendemos por pueblo, cuando hablamos de lucha, la gran masa irredenta, a la que todos ofrecen y a la que todos engañan y traicionan, la que anhela una patria mejor y más digna y más justa, la que esta movida por ansias ancestrales de justicia por haber  padecido la injusticia y la burla generación tras generación, la que ansía grandes y sabias transformaciones  en todos los órdenes y está dispuesta a dar para lograrlo, cuando crea en algo o en alguien,  sobre todo cuando crea  suficientemente en sí misma, hasta la última gota de sangre (…)

En el documento, señala lo que considera los males de la Cuba de entonces, resumidos en seis problemas fundamentales: El problema de la tierra, el problema de la industrialización, el problema de la vivienda, el problema del desempleo, el problema de la educación y el problema de la salud.

Frente a estos problemas, en La historia me absolverá Fidel propone soluciones que deseaba implementar en la isla. Entre ellas restablecer la Constitución cubana de 1940, la reforma agraria, el derecho de los trabajadores industriales a recibir el 30% de los beneficios de su empresa, el derecho de los trabajadores de la industria azucarera a recibir el 55% de los beneficios generados por su empresa y la confiscación de los bienes de aquellas personas culpables de fraude a los anteriores poderes públicos.

“La historia me absolverá” no solo fue un alegato político, sino que se convirtió de inmediato en el programa de una nueva etapa de lucha.

Los 102 acusados en el juicio de 1953 fueron sentenciados entre siete meses a trece años de prisión, mientras que Fidel Castro fue condenado a 15 años de privación de libertad. Cumplió veintidós meses de prisión antes de salir en libertad.

Finalmente Fidel termino su defensa, agradeciendo a los jueces el haberle permitido expresarse libremente.

En el último párrafo de su discurso, señala…  En cuanto a mí, sé que la cárcel será dura como no la ha sido nunca para nadie, preñada de amenazas, de ruin y cobarde ensañamiento, pero no la temo, como no temo la furia del tirano miserable que arrancó la vida a setenta hermanos míos. Condenadme, no importa, la historia me absolverá.

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