La huella

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Por Karla de la Caridad Vigoa Marrupe (Estudiante de Periodismo) | 24 noviembre, 2023 |
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FOTO Luis Carlos Palacios Leyva

Recuerdo que estaba en secundaria cuando partió el Comandante. Aquel 25 de noviembre de 2016 quedó grabada en mi memoria como en la de todo el pueblo. Las carreteras del país estaban llenas. Los cubanos las colmaron durante días para acompañar el último viaje de Fidel, el líder.

Desde la escuela partimos al encuentro de la caravana junto a los profesores. Casi ni me veía de pie entre la multitud, pero allí estaba. Esperamos con orgullo, sosteniendo banderas cubanas. Podía ver la tristeza en los ojos de las personas, principalmente en quienes llegaron a conocerle y portaban fotos junto a él.

Cuba rendía homenaje a quien dedicó su vida a luchar por ella. La imagen del líder revolucionario rodeada de flores rojas y blancas recorrió cada punto del país. Al anochecer, las aceras, colmadas de velas, parecían estrelladas caídas. La canción compuesta para la ocasión, Cabalgata con Fidel, fue el himno para el duelo con que recordamos su gloria.

Aplausos, lágrimas y consignas llenaban el aire en señal de respeto al líder que nos enseñó a soñar en grande. La caravana nos recordó que despedimos más que un hombre, al cimiento de un pueblo, a toda una era de cambios que nos moldearon como nación.

El recorrido terminó en Santiago de Cuba. Las cenizas del Comandante fueron depositadas en su última morada, el cementerio de Santa Ifigenia. Fue sumamente conmovedor. Un punto de partida para continuar su legado “hasta la victoria siempre”.

 

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