
Leandro Benítez Ortiz tiene 29 años y vive orgulloso de haberse graduado en la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI). Trabaja en Bayamo como auditor en el Banco Popular de Ahorro entidad en la que lleva las riendas del comité de base de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC).
“He aprendido mucho dirigiendo en la Juventud porque debo estar preparándome constantemente. Hoy hay demasiada información y desinformación circulando por el mundo, sobre todo en las redes sociales y uno necesita superarse cada día”, comenta.
Él se enroló en la UJC desde 2004 y trabaja en el Banco desde 2012. Precisamente ese año empezó a dirigir su organización de base, integrada por 11 jóvenes inquietos y rebeldes. Integra, además, el Comité Municipal de Bayamo.
Cuando La Demajagua Digital le pregunta si recibe reproches por formar parte de la Juventud Comunista no esconde la verdad: “Sí, algunos contemporáneos ven la militancia como un sinónimo de reuniones o de ´comer candela´, pero la UJC puede significar mejoramiento intelectual”.
Este ingeniero de hablar pausado y metódico asegura tener deudas con su comité pues “aún no hemos logrado organizar una escalada de montañas en la Sierra Maestra”. Algún día cercano, afirma, llegarán a esas cumbres.
Él confiesa haber sentido muchísimo la partida física de Fidel. Recuerda que apoyó modestamente el recibimiento popular de las cenizas tributado en Bayamo, el 2 de diciembre de 2016.
“No dormí esa noche; estuve en la gala-homenaje y en la vigilia desarrollada en el Parque Museo Ñico López. Fue un suceso extraordinario que nunca voy a olvidar. Ahora lo que queda es seguir su ejemplo hasta el final de nuestras vidas”, sentencia lleno de emoción.