A siete años del fallecimiento del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, los trabajadores del sector energético y eléctrico en la provincia de Granma evocamos la vigencia de su pensamiento científico-tecnológico en función de la promoción e implementación de la Revolución Energética en nuestro país.
Fidel Castro Ruz fue el impulsor y promotor del desarrollo de las fuentes renovables de energía. Fue el primero en darse cuenta de que el futuro de nuestro archipiélago caribeño debía orientarse hacia la transición energética, el desarrollo sostenible, el uso racional de la energía eléctrica y la disminución gradual de los combustibles.
Con el pensamiento del Comandante, se crearon dos parques eólicos de pruebas de 5.0 y 4.50 MW en Holguín, y uno de 1.65 MW en la Isla de la Juventud. Además, se instalaron 100 estaciones de medición de viento en 32 zonas del país. Se instalaron más de 8 mil sistemas fotovoltaicos, además de una planta solar con una capacidad de 100 MW.
Fidel enfrentó parte del problema energético de nuestro país mediante el desarrollo de las fuentes renovables de energía, como la energía eólica, la hidroenergía, la energía solar fotovoltaico y térmico, la biomasa cañera, el biogás y la energía del mar.
La Revolución Energética, legado de Fidel, se inició en el año 2004 cuando el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) sufrió una avería durante un mantenimiento planificado en la Central Termoeléctrica Antonio Guiteras, lo cual produjo severas afectaciones a la economía.
En ese contexto, surge una iniciativa de nuestro máximo líder para impulsar y apoyar la generación de energía mediante termoeléctricas con generadores eléctricos (Generación Distribuida, Grupo Electrógenos Sincronizados), lo que posibilitó la creación de microsistemas en 110 municipios del país.
Esta estrategia se tradujo en la disminución de fallas y en lograr una mayor capacidad de suministro eléctrico.
Se instalaron más de 4000 nuevos grupos de emergencia en consumidores clave, como centros de salud, centros de elaboración de alimentos, bombeos y potabilizadores de agua, instituciones educativas, hoteles y centros vinculados al turismo.
No fue esta la única medida adoptada por el Comandante en Jefe; nuestro líder histórico entendió que si no se avanzaba en el programa eléctrico, se detendría el desarrollo de la isla. La electricidad es transversal a todos los procesos de la sociedad.
Algunas de las medidas trazadas fueron: la eliminación de las pérdidas eléctricas, el reordenamiento, el ahorro y la racionalización de los combustibles, la extracción y el mejoramiento del crudo nacional y el uso del gas acompañante.
Una de las medidas más importantes fue la cooperación y colaboración con países del Caribe, América Latina y otras regiones.
Además, se impulsó una campaña de ahorro energético que tuvo como objetivo principal el cambio de equipos electrodomésticos de alto consumo de electricidad por equipos eficientes que consumieran menos electricidad, lo cual contribuyó al bienestar de los ciudadanos.
Fidel Castro entendió que el país necesitaba aplicar medidas de ahorro y uso racional de la energía en los hogares cubanos, ya que la demanda era superior a la generación eléctrica.
Entre los recursos que fueron cambiados o vendidos a precios bajos se encontraban las ollas arroceras, las ollas de presión, las hornillas, los calentadores, las cafeteras, los bombillos ahorradores, entre otros medios puestos a disposición de la población para contribuir también a una mejor calidad de vida.
La electrificación de poblados rurales apartados y de difícil acceso también se vio beneficiada con la Revolución Energética.
Se emplearon paneles solares, centrales hidroeléctricas y grupos electrógenos para llevar la electricidad a escuelas, consultorios del médico de la familia y hogares de campesinos.
La impronta de Fidel Castro Ruz sigue vigente en los trabajadores del sector energético y minero del país, y constituye una prioridad estratégica del Gobierno y el Partido para el desarrollo sostenible de la nación.
El Ministerio de Energía y Minas de Cuba, y la Unión Eléctrica como los representantes de la política energética del país siguen trabajando con voluntad política e intensidad hacia una matriz energética dependiente del uso de los combustibles fósiles y en pos de Fuentes Renovables de Energía.
Cabe destacar que la Revolución Energética tuvo un proceso de cuatro años (2004-2008), en un corto periodo de tiempo el país recupero su capacidad de generación eléctrica, hubo un adelanto tecnológico que nos permitió ponernos a la par de las tendencias del mundo en especialidades como: protecciones eléctricas, automática, telemática, sistema de generación y aislamiento eléctrico.
El papel de Fidel Castro Ruz fue vital en el desarrollo del sector energético del país, cuyo ideal y voluntad estuvieron encaminados a la independencia tecnológica.