Contra las drogas, en Cuba se gana

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Por Yoenis Pompa Silva | 5 junio, 2025 |
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FOTO/ Remar.org

“Cuando la adicción te ataca, te quedas solo en el mundo, porque acaba con tu vida familiar y social”,   opinó un joven que, desde la experiencia, accedió a dar su testimonio.

Sometido a un tratamiento de desintoxicación en la consulta de Psiquiatría, del Hospital provincial Carlos Manuel de Céspedes, en Bayamo, él aconseja a quienes están en igual situación que busquen ayuda profesional en este centro, donde los pacientes son atendidos por especialistas con vastos conocimientos y amor a la profesión.

No solo esta es la única forma de recibir ayuda; detrás del manófono existen profesionales de la Salud que brindan apoyo psicológico por medio de la línea confidencial 103.

Desde que Cuba declaró la política de tolerancia cero a las drogas, el tema ha tenido un tratamiento preventivo, pero también de enfrentamiento desde el punto de vista jurídico y legal.

Mediante el ejercicio nacional que tiene lugar por estos días en nuestro país -el tercero, excepto en La Habana, que es el quinto- en Granma, las acciones están encaminadas a prevenir con educación, a través de  barrio-debates, sobre todo en lugares de concentración de focos.

En estos espacios de análisis, especialistas del Ministerio de Salud y Educación, con el acompañamiento de la Policía Nacional Revolucionaria, la Fiscalía y los tribunales, intercambian con las comunidades sobre el consumo de estupefacientes ilegales.

Hoy no solo la marihuana está tomando fuerza en la sociedad, sino también lo que popularmente se llama “tres con dos” y “el químico”, este último presentado en polvo, papelillos, picaduras o en sustancias líquidas, en las que intervienen una gran cantidad de componentes psicoactivos que causan un daño físico y psicológico en poco tiempo a quien las consume.

Por ser altamente adictivo, el químico afecta de manera descomunal la estructura neurológica, con incidencia en la conducta, la concentración y la memorización; surge el síndrome amotivacional y el fenómeno del falso placer.

Para neutralizar el impacto humano y social del consumo de estas y otras sustancias nocivas, el diálogo preventivo no es la única alternativa; también lo es el enfrentamiento directo, en el que participan los órganos de control.

En este sentido, se realizan juicios ejemplarizantes en la provincia, donde ciudadanos han sido juzgados por la causa 235, artículo que prevé sanciones de cuatro a 10 años de privación de libertad para aquella persona que, de cualquier modo, gestione el uso de drogas ilícitas o sustancias de efectos similares.

El apartado dos del mismo precepto legal está destinado a conductas ilícitas aún más lesivas y graves, con sanciones que van de 10 a 30 años de privación de libertad, el encarcelamiento perpetuo o la pena de muerte.

Aunque la escuela tiene una importante responsabilidad en la formación, orientación y concientización para el control y prevención de la droga mediante el programa educativo, resolución 15 del 2019, la familia igualmente tiene un compromiso con el adolescente como tutor legal; los padres y madres pueden ser sancionados por permitir la conducta negativa del joven consumidor.

Educar a la población, ser sistemáticos en la prevención y en el enfrentamiento es el único camino para hacer valer la frase: “Contra las drogas, en Cuba se gana.”

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