
Roma, – El papa Francisco llamó hoy aquí a no dejarse aprisionar por los fantasmas interiores que apagan la esperanza, ni convertir los problemas y dificultades en centro de la propia existencia.
Eso no significa negar la realidad, fingiendo o ilusionándose con que todo está bien, dijo el sumo pontífice en la homilía durante la Misa de la Epifanía del Señor, celebrada en la Basílica de San Pedro.
Se trata, por el contrario, de mirar los problemas y las angustias en una manera nueva, sabiendo, apuntó Francisco, “que el Señor conoce nuestras situaciones difíciles, escucha atentamente nuestras invocaciones y no es indiferente a las lágrimas que derramamos, apuntó”.