A los CDR no les puede faltar el entusiasmo

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Por Cheila Aguilera Riquene (Estudiante de Periodismo) | 28 septiembre, 2022 |
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FOTO Cheila Aguilera Riquene

Aunque, en Camagüey, Gladis Yenis Márquez Barrera vio la luz primera, fue Bayamo la tierra que la deslumbró y la enamoró para siempre, quizá, por eso, se ha entregado en cuerpo y alma a la Ciudad Monumento Nacional, y al funcionamiento eficiente aquí de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR).

Cuando en sus años mozos pertenecía a un grupo de mujeres que manejaban tractores, quizás no imaginó que luego sería una destacada dirigente de la Federación de Mujeres Cubanas y de la mayor organización de masas.

La relación de Gladis con los CDR fue creciendo con el tiempo, y a esta se ha mantenido fiel desde su responsabilidad en la circunscripción 136, del reparto Rosa La Bayamesa, desempeño que le ha permitido estar pendiente de las zonas 184, 237 y 271.

“Aunque atiendo tres zonas, mantengo una unidad y cohesión entre ellas, que parecen una. Tengo el privilegio de haberlas convertido en vanguardias, una provincial y dos nacionales, y eso me hace muy feliz.

“Todas, para suerte mía, llevan a cabo cada tarea orientada con disciplina. Por ejemplo, en los tres primeros meses cumplieron el plan de cotización y aporte a la patria.

“En el Comité número uno, de la zona 184, funciona un CDR infantil integrado por 13 niños. Esos pequeños colaboran mucho en las tareas asignadas y participan junto a nosotros en las guardias y trabajos voluntarios”.

Entre sus premisas está el intercambio constante con las personas, además de indagar sobre sus preocupaciones y tramitarlas para buscar solución.

“Eso me fortalece y enriquece como dirigente y persona. No me imagino un día sin poder salir por las mañanas de mi casa e intercambiar con la gente.

“La responsabilidad no puede faltar, aunque hay cuestiones aparentemente desligadas a mi quehacer, nada me es ajeno, porque todo lo relacionado con la Revolución y el barrio me atañe.

“Uno de los señalamientos más frecuentes es que los CDR han decaído mucho, pero eso solo sucede cuando el ejecutivo no le da vida e imprime ánimos, porque si la estructura dirigente funciona, el resto marcha bien. Si somos ejemplares, responsables y activos, es muy difícil que haya apatía”.

Al interrogarla sobre cómo entusiasmar a la organización creada por Fidel, expresó: “Nos gusta ser dinámicos y, para ello, debemos diseñar diferentes acciones, no solo las principales, sino aquellas que impliquen festejar y compartir en grupo, como hermanos.

“El pueblo cubano es muy alegre y si tratamos de hacer mensualmente una actividad cultural o recreativa, mantendremos viva la organización. Siempre hay fechas para celebrar, solo tenemos que crear el hábito y así las personas no recordarán a los CDR solo el día de cobrar la cotización, o hacer las donaciones de sangre.

“Muchas de las causas de la actual desmotivación están relacionadas con un trabajo deficiente de los dirigentes cederistas, pues, en ocasiones, nos falta energía y empuje, y si carecemos de ello, ¿cómo puede marchar bien la organización?”.

Sobre la inclusión de los jóvenes, refiere: “Debemos  darles responsabilidades. Creo en ellos. Y no debemos juzgarlos por su forma de ser, ni pensar que están perdidos, porque son diferentes. No debemos rechazarlos, ni mirarlos como si fueran unos extraños.

“Quizás su manera de hablar, a veces,  no es la mejor, pero si los vamos conduciendo y atrayendo, les despertaremos el deseo de cambiar. Yo estoy encantada con mis muchachos.

“A las nuevas generaciones las exhorto a continuar defendiendo la Revolución y a generar cambios positivos, los cuales necesita -indudablemente- la mayor organización de masas de Cuba. Debemos aportar más de lo que nos corresponde. No podemos dormir mientras haya un problema por resolver.

“Hace mucho tiempo defiendo la idea de que solo nos jubilamos de la labor por la que nos pagan, pues de lo demás sigues siendo un fiel trabajador. Y en el caso de los CDR aún no veo el momento del descanso. No obstante, si de personas como yo depende su vitalidad, nunca le faltará. Seguiré de pie y luchando, hasta el último momento de mi vida”.

 

 

 

 

 

 

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