Los derechos de la mujer no admiten controversia

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Por Granma | 18 octubre, 2025 |
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A lo largo de su historia, el deporte ha menospreciado de disímiles formas a las mujeres. Los Juegos Olímpicos empezaron sin ellas en el escenario de competencias, porque hasta el ilustrado Pierre de Coubertin, su restaurador, las echó a un lado.

Antes, en la antigüedad, durante 271 ediciones en Olimpia, las chicas no participaron en ninguna de esas convocatorias.

Especulaciones sobre sus capacidades para brindar espectáculo; o miradas a la perdida de la feminidad por el esfuerzo físico son burdas justificaciones para esconder, ayer y hoy, la atroz discrimación.

Por fortuna, el coi tomó cartas en el asunto, y sus últimos Juegos, los de París-2024, fueron los primeros 50-50, la misma cantidad de hombres y de mujeres en la lucha por las medallas.

En los años recientes, y con énfasis en el actual, los prejuicios contra ellas calan, incluso, en los reglamentos y las políticas de varios organismos rectores de las actividades del músculo.

World Athletics convirtió la realización de pruebas de elegibilidad entre las damas en requisito indispensable en aras de participar en su Mundial con sede en Tokio, celebrado en septiembre.

Según la agencia estadounidense ap, con el objetivo de validar la presencia de cada fémina en eventos de élite, el máximo ente del campo y pista comunicó en marzo la implementación de análisis genéticos, mediante muestras recogidas en hisopos bucales o en manchas de sangre seca.

Una web encriptada alberga los datos de los exámenes, en busca del cromosoma y, asociado a las mujeres «biológicamente masculinas», informó Marca.

A las positivas las asiste la posibilidad de solicitar un test adicional, pero si persiste el resultado acabarán atrapadas en la encrucijada de olvidar los estadios o aceptar terapias hormonales o tratamientos quirúrgicos. La medicación, con el fin de suprimir los altos niveles de testosterona, propio de personas hiperandrógenas, también posee carácter obligatorio entre las transgénero.

Sebastian Coe, titular de World Athletics, justificó las medidas basado en la protección y promoción del deporte femenino. Sin embargo, la transparencia de esas intenciones quedó en duda tras un fallo del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (tedh) a inicios de julio.

De acuerdo con su veredicto, la Corte Suprema de Suiza violó el derecho a un juicio justo a la sudafricana Caster Semenya, bicampeona olímpica de los 800 metros, quien había acudido a la instancia judicial de la nación helvética para apelar una decisión del Tribunal de Arbitraje Deportivo, en respaldo a las sanciones establecidas desde 2018 a competidoras hiperandrógenas.

El tedh aseguró que el magistrado suizo distó del rigor requerido para responder al recurso en torno a las contendientes con diferencias en el desarrollo sexual (dds), relató La Nación. Mientras, expertos médicos y en ética muestran preocupación por los métodos para disminuir la tasa hormonal y lograr los criterios de elegibilidad, pues implica permanecer medicadas de forma constante.

El boxeo también alertó sobre la aplicación de exámenes cromosómicos, ya instaurados en la natación desde 2023.

Al parecer, se pretende conseguir la mayor paridad en el sexo femenino, sin seres humanos fuera de los rangos habituales en él y dotados de una gran ventaja.

El deporte premia el talento ¿Por qué, entonces, limitarlo? Así expresó la velocista española Maribel Pérez: «si al final la naturaleza ha dotado a una atleta con esa singularidad en los genes creo que no tiene culpa».

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