El psicólogo Kevin Zaborney, un estadounidense, de la Universidad de Michigan en los años ochenta analizó los efectos que el estrés causaba en el organismo de las personas.

Preocupado por las pocas muestras de afecto que se visibilizaban en los seres humanos tomó la iniciativa de hacer una celebración donde cada quien sintiera satisfacción con lo que hacían. Y para ello llego a la conclusión de que la solución era dar y recibir abrazos.

Esta solución lo llevo a inventar el Día Internacional del Abrazo que se celebra cada 21 de enero desde el año 1986.

Zaborney comprendió que mientras más nos abracemos menos será el estrés y mejor será la salud mental, emocional y física.

Esta fecha se celebró por primera vez en el pueblo de Clio en Michigan y se popularizó en los Estados Unidos gracias al Calendario de eventos Chase, una publicación que presentaba todas las festividades locales del año y cuyo dueño era el abuelo de una de las mejores amigas de Zaborney.

Expertos en psicología afirman que el abrazo es, generalmente, asexual, y destacan que el contacto físico es necesario para el bienestar emocional. Un abrazo ayuda a calmar los nervios, aliviar las tensiones y fortalecer la autoestima, dan confianza, seguridad y sensación de protección.

Abrazar significa arrullar el alma de la otra persona y proporcionarle un lugar seguro entre nuestros brazos. Es un sentimiento repleto de emoción que cura y recompone a los individuos.

Los abrazos proporcionan beneficios a la salud física y psicológica, nos sentimos confiados. Cuando nos abrazamos sentimos placer porque el cerebro segrega dopamina y serotonina sustancias que dan calma y tranquilidad. También ayudan a curar la timidez y a disminuir la presión arterial.

Existe una frase del escritor, filósofo, ambientalista y autor de ensayos estadounidenses Edward Paul Abbey que dice “creo solo en lo que puedo tocar, besar o darle un abrazo. El resto es solamente humo”

Celebremos este día regalando abrazos a nuestros seres queridos, a los amigos y a los conocidos. Cada vez que abrazamos a alguien con fuerza, ganamos en seguridad para nuestras vidas.