
Campechuela se lista entre los tres municipios destacados de la provincia en el quehacer de los Trabajadores Sociales, fuerza de choque denominada por el Comandante en Jefe Fidel Castro como los médicos del alma, tras su inauguración 25 años atrás como programa para atender a personas en situación de vulnerabilidad.
Resalta que durante los últimos 24 meses, en esta costera localidad granmense, se le ha llegado a más de 300 personas (a unas con el 100 por ciento y a otras al 60) con vestuarios, camas, colchones, sábanas, toallas, calderos, ollas, cubos, entre otros utensilios y acciones.
Así lo patentizó a este semanario Mercedes de la Caridad Mesa Suárez, jefa del Departamento de Prevención y Trabajo Social de la Dirección municipal de Trabajo y Seguridad social.

“Generalmente, llegan a nosotros con quejas de que el dinero no les alcanza para adquirir determinados productos y utensilios, valoramos los casos y si se aprueban, ejecutamos la acción pertinente.
“Contamos con 61 trabajadores sociales, de ellos ocho entes coordinadores, de una plantilla de 74, prácticamente uno por circunscripción, así como cada consejo popular cuenta con el Grupo de Prevención donde se canalizan los problemas del barrio o la comunidad (existe otro al nivel municipal que dirige la Intendente de la Asamblea municipal del Poder Popular).
“Con esa perspectiva se controlan los desvinculados de trabajo y estudios, niños en situación de riego o de la Tarea Victoria, adultos mayores que viven solos, madres con más de tres hijos, familias víctimas de la violencia, el embarazo precoz en menores de edad, entre otros aspectos de la vida cotidiana.
“Nuestros trabajadores sociales tienen que caracterizar cada una de las viviendas y familias de su demarcación. Conocer todo al dedillo, y en consecuencia, saber actuar.
“Muchos casos llegan por limitaciones con el dinero para adquirir productos alimenticios y vestuario, debido a salarios o pensiones bajas, los cuales se viabilizan, se elabora el expediente y si procede se le presta la ayuda.
“Otras aristas de nuestro quehacer tienen que ver con el control de 177 adultos vulnerables, seis madres con más de tres hijos, personas en situación de discapacidad, la Asistencia Social a Domicilio (ASD) y el Sistema de atención a la familia (SAF).
“Para ello contamos con un presupuesto de 15 millones de pesos, de los cuales más de tres se dedican a pagos de recursos y el resto para la liquidación de prestaciones.
“Ante la difícil situación que atraviesa el país, se buscan alternativas y se establecen convenios o contratos de compra-venta con los Nuevos actores económicos, para la adquisición de colchones, equipos electrodomésticos y vestuario para resolver algunos problemas. Muchos de esos equipos son costosos, de ahí que una vez entregados, se le dé seguimiento para que el beneficiado no lo revenda, expone Mesa Suárez.
“ENAMORADA DE MI TRABAJO”
“Vivo enamorada de mi trabajo, fue la rápida respuesta de Dailín Rodríguez García. Pertenezco a la primera graduación de la escuela Frank País, de Santiago de Cuba, en el 2001.
“Recuerdo que comenzamos 35, a mi me asignaron el consejo popular de Ceiba Hueca Arriba. Planificábamos el trabajo para atender cada área. Caminábamos muchas veces entre cuatro y cinco kilómetros para hacer las visitas a las familias.

“Al salir de la escuela no teníamos ningún conocimiento o formación como trabajadoras, chocamos con una realidad muy dura. Había casos muy fuertes, y así nos formamos para enfrentar el día a día.
“Me desempeñé como coordinadora del consejo popular Campechuela Uno, jefa de brigada de la Revolución Energética y luego paso a ser la Especialista Superior Territorial de Política del Departamento de Prevención, Asistencia y Trabajo Social.
“En aquellos años ser trabajador social tenía el beneficio de estudiar en la universidad, yo me hice Licenciada en Psicología. Actualmente, fungo como jefa del Departamento de Asistencia Social (al dividirse en dos la anterior nomenclatura), o sea que al final somos quienes determínanos el desglose de las ayudas aprobadas. Realmente ayudar a las personas es gratificante para nosotros, refiere Rodríguez García.