El 22 de enero de 1869, hace 156 años en La Habana se vivió uno de los momentos más trágicos de su historia. En el teatro Villanueva se desató una feroz represión de los integrantes del denominado Cuerpo de Voluntarios, fuerza militar auxiliar del régimen colonial español imperante en Cuba.
Este día se presentó en el Villanueva una compañía de Bufos, con la obra Perro huevero, aunque le quemen el hocico, original del costumbrista Juan Francisco Valerio a la que asistieron simpatizantes de la causa libertadora de Cuba.
Al terminar la función era tal el entusiasmo de los participantes que se escuchó la voz del popular guarachero Jacinto Valdés, exclamando ¡Viva Céspedes! Tal hecho sorprendió a los españoles.
Al día siguiente, Jacinto Valdés se cubrió de banderas y las mujeres se adornaron con cintas rojas, azules y blancas, en alusión a los colores de la bandera cubana, exclamando ¡Viva la tierra que produce la caña!, y el público dio vivas a Cuba libre, en apoyo a la lucha por la independencia que había iniciado Carlos Manuel de Céspedes en la zona oriental de Cuba.
Este suceso provocó la ira del Cuerpo de Voluntarios, que agredieron con disparos al público y continuaron la represión en la calle del Paseo del Prado, durante varios días, contra comercios y transeúntes.
Como consecuencia de la reprimenda desatada hubo varios muertos y heridos y las autoridades españolas hicieron registros y detenciones en varios lugares.
Entre las personas arrestadas estuvo Rafael María de Mendive, un destacado profesor y patriota, maestro del joven José Martí.
Este hecho se recoge en la historia de la patria como “Los sucesos de Villanueva”.
El teatro Villanueva constituía una de las instalaciones culturales más importantes de La Habana. Fue construido en 1846 por Don Miguel Nin y Pons, y se inauguró el 12 de febrero de 1847.
En conmemoración a dicha fecha, se ha instaurado desde 1980, el 22 de enero, como el “Día del Teatro Cubano”.