Levantas al sol y sales cada día a repartir esperanzas. Desafías pandemias y escaseces, protegida con los pétalos de la cordura. Tu regazo es invulnerable escudo para bloqueos, balas, malos pensamientos e incertidumbres.Resguardas la esperanza y la ilusión con tu entrega. En tiempos de Covid-19 multiplicas tu sudor y tu sonrisa. Plantas la semilla en la tierra surcada, aseguras el futuro, previsora.
Ingeniosa tu gracia frente al fogón que alimenta cada jornada.
Eres maga salvadora, repartes amores, vas por los que más te necesitan. Vestida de verde, de blanco, de gris, apenas puedo ver tu rostro, pero eres tú, en el más inimaginable frente por la vida.
Tu rostro está en la televisión, enseñando. Tu voz se cuela en el éter, dando aliento, o a través del teléfono, explicando, o las redes sociales con un mensaje sanador, o en un taller mágico tejiendo máscaras salvadoras, haciendo el pan, multiplicando peces.
La zona roja sabe de tus desvelos. De las llamadas de aliento a casa, como si no pasara nada. ” Te quiero mucho” es tu respuesta al temor del otro lado de la línea, donde pones también sosiego y cuidados.
Nunca faltas Madre, todopoderosa, omnipresente, desde otra dimensión también nos miras y acaricias. Tu apellido bien puede ser coraje, Madre valiente, te nombro.