
Falleció Marta Valdés. La noticia enmudeció la tarde de este jueves 3 de octubre. Pero por sobre la tristeza de su partida a los 90 años y la seguridad de que mucho nos hará falta su sabiduría, verticalidad y amor a Cuba, queda la certeza de que hay todavía una canción, «precipitando acciones, reclamando tiempo».
Nacida en La Habana, el 6 de julio de 1934, fue desde niña un ser de profunda sensibilidad, que encontró en la música y especialmente en la guitarra, una forma de comunicar a los otros su esencia. Lo prueba su primera canción, Palabras, rotunda, conmovedora.
El feeling tiene entre las composiciones de Marta algunas de sus piezas más altas. Las voces de intérpretes cubanos de todas las generaciones han encontrado en José Jacinto, Aunque no te vi llegar, Canción fácil, o Sin ir más lejos… una fuente siempre renovada de honduras, complejidad musical y comunión con el público.
Su música fue utilizada en el cine y la documentalística nacional, y compuso especialmente para la radio, la televisión y el teatro.
Premio Nacional de Música en el 2007, era además de avezada lectora de la prensa, una periodista innata, aunque no lo reconociese. En medios como Revolución, La Gaceta de Cuba y Cubadebate fue columnista y ejerció la crítica musical con honestidad y el firme principio de reconocer lo bueno allí donde lo hallase, se tratara o no de consagrados.
Fiel a sus amistades, consagrada a merecer cada reconocimiento, a vivir según sus convicciones, y a ir siempre en busca de las verdades, Marta Valdés nos deja un ejemplo claro de intelectual y de patriota.
Por decisión familiar su cadáver será cremado. Según informó el Instituto Cubano de la Música, en las próximas horas se darán detalles sobre el homenaje que se le tributará.