
La Empresa mecánica Bayamo (Emba) trabaja en la instalación y mejora de casas de cultivo rústica tras el recrudecimiento del bloqueo económico impuesto por el gobierno de Estados Unidos a la isla y la ingente necesidad de producir alimentos.
Las casas de cultivo protegido constituyen uno de los productos líderes de la Emba, fabricadas a base de perfilería metálica galvanizada y malla plasticada.

El Ingeniero mecánico Pablo Vázquez Ávila, coordinador del montaje de casas de cultivo en la Emba, explicó que esta iniciativa de las casas de cultivo rústica, se puso en práctica por primera vez en el año 96, con el apoyo de la agricultura, en un momento en que el país era seriamente afectado por la carencia de piezas a causa del bloqueo estadounidense.
El recrudecimiento de las importaciones y la falta de financiamiento en el país, ha obligado a la Mayor de las Antillas a retomar esta experiencia, sustituyendo el metal por madera; conservando el techo de plástico; y los laterales, el fondo y el frente, de malla mosquitera.
La Emba, recientemente galardonada con la distinción Colectivo Vanguardia, máximo reconocimiento que otroga el sindicato de Industrias, se incorporó a este proyecto nacional con la idea de mejorar la idea original, al suplir los horcones de madera por tubos metálicos galvanizados, apoyándose en recursos propios, para buscar durabilidad.
En correspondencia, La Emba tiene la misión de edificar cuatro casas de cultivo rústica en Bayamo, dirigidas a potenciar la obtención de alimentos, teniendo en cuenta que estas incrementan la productividad cuatro o cinco veces, con relación a campo abierto.
A decir de Vázquez Ávila, La Emba se caracteriza por la edificación de casa de cultivo de 180 , 540 y 800 metros cuadrados, servicio que además se ha exportado a algunos países, como Venenzuela.

Los materiales de estas casas de cultivo tradicionales, mayormente a base de perfilería metálica galvanizada, tienen una durabilidad probada de más de 20 años.
A decir del especialista, en un proyecto de casa de cultivo hay cosas que no se pueden descuidar, por ejemplo, “deben instalarse en lugares cercanos a alguna fuente de abasto de agua y corriente, así como la mano de obra y el suelo debe permitir la siembra directa.

“Una casa de cultivo es una pequeña industria que requiere de la atención de una serie de cuestiones fitosanitarias y sistematicidad en el riego”, apuntó Vázquez Ávila.