
La Eide Pedro Batista Fonseca fue una de las instituciones del deporte en Granma que más sufrió el efecto devastador del huracán Melissa, a su paso por el territorio.
El sistema hidrosanitario del lateral derecho colapsó, junto a daños en la carpintería de la residencia estudiantil y el techo de la cocina-comedor, figuran entre las principales afectaciones.
En el centro donde se fraguan las más jóvenes generaciones de atletas granmenses, también se reportan perjuicios en el terreno de béisbol y la jaula de bateo.
Asimismo, sintieron los embates del poderoso organismo ciclónico las cubiertas de las unidades docentes deportivas (UDD) 12 de Enero y de deportes acuáticos, ubicadas en Bayamo, y la de remo y canotaje, en Bartolomé Masó.
Mientras, en la UDD de Manzanillo, Alfredo Utset Bertot, se derrumbaron las gradas del terreno, al tiempo que la crecida del río Yara arrasaba con la cerca perimetral del estadio 10 de Octubre.
En Jiguaní, la sala techada 19 de Mayo perdió 50 planchas de zinc y 10 metros cuadrados de manta asfáltica, y en la villa Conrado Benítez volaron 20 tejas de fibrocemento.
