Mientras, el mercado se impacienta por los pobres resultados de la gestión del ejecutivo libertario.
Milei en más de una ocasión planteó que aquellas personas “dólares en el colchón” fuera el sistema no son «delincuentes», y que no le importa de dónde sacaron el dinero. En la práctica la medida busca evitar controles y funciona como una posible invitación al lavado de activos, de acuerdo a los expertos.
Al ampliar la flexibilización, el ejecutivo libertario está creando un sistema bimonetario en el que se pueden utilizar pesos o dólares en el mercado.
Al mismo tiempo, sin señales de reactivación de la economía y con el fracaso del “Plan tus dólares tu decisión”, con la recaudación en retroceso, salida de depósitos en dólares y pérdidas de reservas, el mercado evalúa ahora con inquietud los reveses políticos de la gestión de Milei, indica un análisis de Ámbito Financiero.
Los activos financieros argentinos, acciones y bonos que cotizan en Buenos Aires y en mercados internacionales como Wall Street, registraron el miércoles fuertes pérdidas impulsadas por un malhumor de los mercados que sobre reaccionaron al revés político del ejecutivo, que fracasó en frenar la sesión en el Congreso para tratar una mejora del ingreso de jubilados y pensionados.
El índice bursátil Merval en la bolsa argentina retrocedió el miércoles 4,4 y 4,9 por ciento medido en dólares y profundizó las pérdidas medidas en esa divisa a 9,4 puntos en tres jornadas de junio y 16 por ciento en el acumulado del año.
Además, el Merval en dólares perdió un cuarto de su valor en tres meses, advirtió Ámbito Financiero.
También los recibos depositarios de bancos norteamericanos registraron pérdidas de más de siete por ciento en el caso de las instituciones bancarias y de 4,8 puntos en el caso de la petrolera nacional YPF, lo cual se extendió al total de las acciones de empresas argentina que cotizan en Wall Street.
El jefe del Gabinete, Guillermo Francos, reiteró la víspera que el presidente Milei vetará todos esos proyectos y otros que estipulen beneficios sociales, pero no fue suficiente para calmar los mercados.
La Cámara de Diputados no solo aprobó un aumento del 7,2 por ciento en las jubilaciones más un bono de 110 mil pesos (95,65 dólares), sino que también declaró la Emergencia en Discapacidad que recompone las prestaciones arancelarias desde el 1 de diciembre de 2023 conforme a la inflación acumulada en el período y actualiza el nomenclador para la indexación mensual automática de las pensiones no contributivas.
En el texto, el monto de las pensiones por discapacidad se mantiene en un valor del 70 por ciento del haber mínimo jubilatorio.
En simultáneo con el tratamiento en la Cámara de Diputados y de la masiva marcha en el Congreso, y antes de su aprobación, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, confirmó este miércoles que el presidente Javier Milei va a vetar la Ley de Emergencia en Discapacidad.
La masiva presencia de manifestantes de diversos colectivos en la calle, que confluyeron con reclamos sectoriales junto a la tradicional marcha que los jubilados realizan cada miércoles frente al Congreso, rompió la idea de gobernabilidad que el presidente Milei impulso abusando de la política de represión de la ministra Patricia Bullrich. Fue tanta la concentración de manifestantes que la policía, gendarmería y prefectura se replegaron sin intervenir.
Por otro lado, el clima internacional también se volvió más complejo para Milei y su equipo ejecutivo, debido a los efectos de la disputa generada por el mandatario Donald Trump en su política arancelaria.
La agencia Bloomberg, especializada en temas financieros y económicos, agregó incertidumbre al dar cuenta del informe del Banco Central sobre la solidez del sistema financiero y advertir que “hay luces amarillas en la cadena de pagos de Argentina, tanto en personas como empresas”.
La morosidad en tarjetas de crédito, préstamos y cheques personales aumentó y tocó niveles récord en marzo.
En tarjetas de crédito, la morosidad aumentó un 2,8 por ciento y tocó su pico máximo en tres años. En préstamos personales, el retraso creció cuatro puntos, marcando su punto máximo en nueve meses y la cantidad de cheques rechazados creció casi el tres por ciento, y representó el mayor nivel en cinco años.