
La generación distribuida ha desempeñado un papel fundamental en la sostenibilidad de los servicios indispensables a la población, al permitir que zonas clave del país y servicios indispensables cuenten con electricidad en medio de condiciones adversas como la desconexión del Sistema Electroenergético Nacional (SEN).
APAGÓN TOTAL
El viernes sobre las 11:00 a.m., tras la abrupta salida de la termoeléctrica Antonio Guiteras, se produjo la caída del SEN conduciendo a la generación cero en todo el país.
Aunque se retiró carga no fue posible evitar la caída del Sistema Electroenergético, lo cual condujo a la creación de microsistemas en la provincia de Granma para poder dar servicio de forma intermitente a algunos circuitos.
El proceso exigió, primeramente, abastecer de combustibles a los emplazamientos de los cuales se serviría el microsistema: diésel Bayamo, Manzanillo y Niquero, y el fuel-oil de Bayamo y Niquero.
Igualmente, requirió de los esfuerzos mancomunados de la Empresa de Grupos Electrógenos y Servicios Eléctricos (Geysel), la Comercializadora de Combustibles Cupet, la Eléctrica y la de Mantenimiento a Grupos Electrógenos de Fuel Oil, (EMGEF), pues asegurar un día de funcionamiento de este microsistema requiere de 250 mil litros de combustible.
Solo satisfecha esta demanda es posible brindar servicios a centros vitales, como hospitales, redes de Acueductos y a algunos segmentos de la población, en la medida de las posibilidades.
“Ese mismo día, sobre las 5:00 p.m., se pudo levantar el microsistema y dar servicio. Lo primero que se alimentó fue el hospital Carlos Manuel de Céspedes, de Bayamo, y el Celia Sánchez Manduley, de Manzanillo; seguido de los hospitales infantiles, los sistemas de bombeo de Acueductos y algunos segmentos de la población”, explica Leodanis Rodríguez Galán, director de la UEB Despacho provincial de carga en la Empresa Eléctrica de Granma.
No es menos cierto que se contaban con 18.7 MW de los parques solares fotovoltaicos, pero esta es una generación que a decir de Rodríguez Galán, varía mucho y depende de las condiciones climatológicas.

“En ese sentido, los días nublados a causa del huracán Oscar no favorecían mucho, aunque tampoco es muy recomendable, porque tienden a tumbar el microsistema debido a la fluctuación del tiempo”.
PASO A PASO PARA QUE SE DÉ
El viernes, recién caído el SEN y tras levantar el microsistema, lo cual implica entre tres y cuatro horas, apenas se pudo dar dos horas de cobertura, cuando habían circuitos que llevaban 17 y hasta 24 horas sin fluido eléctrico.
“El microsistema no ha estado exento de altibajos, una avería en el circuito de Desarrollo en Bayamo ocasionó su caída en dos ocasiones y hubo que volver a montarlo, misión que nos toma unas tres o cuatro horas para empezar a dar servicio y volver a rotar. Cuando esto sucede, se vuelve a incrementar las horas sin servicio, que se te disparan en 10 y hasta 20 horas de afectación, detalla Rodríguez Galán.
“Son sistemas débiles que deben de irse cerrando con poca carga y a medida que lo permitan las condiciones, ir retirando esa carga y abriendo subestaciones.
“La población, en ocasiones, se queja porque se pone y a los 20 minutos se quita la corriente, pero debemos hacerlo para poder regular esa demanda y que no se caiga el sistema.
“A veces, uno cierra un circuito y vienen las cargas coincidentes, o sea, cuando todo el mundo se conecta al mismo tiempo, entonces el circuito que normalmente llevaba tres megawatts se te dispara en seis y tenemos que ser muy cuidadosos y observadores para evitar que se nos dispare el sistema, por lo tanto, es inevitable retirar carga; y abrir y cerrar los circuitos buscando estabilidad, o sea, afectar el servicio.
Ayer, por ejemplo, se proporcionó servicio durante cuatro horas, seguido de siete horas de afectación. En tanto, a las 10:00 a.m., de este martes, el microsistema permitía servir 60 circuitos de 113 existentes y unos 112 mil 443 clientes.
Mientras veíamos los números y apreciábamos la azarosa tarea de supervisar el microsistema por medio de guardias las 24 horas, los operadores del despacho provincial de carga cruzan dedos para que Granma conecte, este martes, al SEN tras la sincronización de Felton 1.
Que sincronicemos al SEN, sería lo más favorable para todos, no solo por la tranquilidad que ello revierte en la prestación de los servicios y hacia lo interno de cada hogar, sino porque, además, el combustible para alimentar el emplazamiento de Manzanillo, ya al límite, nos llevaría al punto cero, o sea, a desmontar el microsistema y a montar otros aislados, uno en la Costa y otro en la zona del Cauto, para dar servicio a los centros vitales.
Claro, que esto implicaría beneficiar a un menor por ciento de la población.
GRANMA CONECTA AL SEN
Al filo de la 1:40 p.m., de este martes, se hacía viral en la red social de Facebook de la Empresa Eléctrica de Granma la autorización para que sincronice con el Sistema Electroenergético Nacional.
Una vez que el Despacho nacional de carga dio referencia de voltaje para incorporarse al Sistema Electroenergético Nacional se procedió a desmontar por parte los microsistemas, a cerrar los lazos, las líneas de subtransmisión, a calentar las subestaciones, a cerrar circuitos, sacar generación y sincronizar a la red del SEN.
La operación resultó en una afectación generalizada de aproximadamente dos horas en toda la provincia, un apagón que muchos aguardábamos con esperanza y anhelo de experimentar días con mayor suministro eléctrico.
Con la unión de Granma al sistema eléctrico centro-oriental quedan conformados en el país solo dos sistemas: occidental y centro oriental, los cuales continuarán fortaleciéndose con la entrada de nuevas unidades generadoras.