
Nancy Morejón deviene una suerte de suave sendero para la integración, siempre a partir de su raíz caribeña y a la vez contratuerca lírica contra todo hegemonismo, racismo y desigualdad.
Los enemigos de la cultura cubana que, inobjetablemente en el presente va a la par con su Revolución, enfocan ahora su “mal de ojo” contra esta figura primordial de nuestra cultura y de la poesía regional y universal.
Justificadamente, el Comité Organizador del vigésimo noveno Festival Internacional de Poesía de La Habana condenó la guerra cultural y comunicacional, que agrede ahora a la Premio Nacional de Literatura.
Los organizadores de ese evento rechazaron las acometidas hacia la académica y presidenta de este certamen, pues odiosos ¿adversarios? intentan afectar su participación en el inminente encuentro poético parisiense del presente verano.
A esos entes les duele que a la poetisa criolla le otorgaran este año la presidencia de honor del Mercado de la Poesía, evento fundado en 1983 y aglutinador de escritores, editoriales y publicaciones de todo el orbe y eso no lo pueden permitir esos “amigos de la democracia”.
Algo similar ocurrió con el dúo Buena Fe en algunas localidades españolas cuando desafectos a Cuba pretendieron boicotear sus conciertos, pero los admiradores de los guantanameros los frenaron y dieron muestras de apoyo y amistad al dueto.
El líder del popular dúo, Israel Rojas, reveló un hecho que ahora roza a la poetisa cubana “no es posible permitir que estas prácticas poco inteligentes, incultas y vulgares se instalen en la cultura cubana, en el corazón de nuestra nación ni los intentos de dañar el intercambio cultural necesario, absolutamente orgánico que posee Cuba con España, Europa y el resto del mundo.
¿Por qué con Nancy por defender los derechos de la mujer, de los negros, de la cual es digna heredera y representante, por salvaguardar la cubanía?
Puede ser, aunque más bien parece formar parte de una campaña deliberada, no solo de boicotear a artistas e intelectuales cubanos, sino también de minimizarlos y si no de comprarlos. No es paranoia: desde el sur de la Florida se hace lo impensable para cercar la cultura cubana ¡Otra variante de bloqueo!
Y ahí está el quid del asunto: Nancy es auténtica, no les ríe la gracia a los artífices del bloqueo eso y unido a su gran talento, a su pertinencia como intelectual de talla mundial nacida aquí les llega el tuétano a los que la admiran con rabia como diría Enrique Núñez Rodríguez, o sea ¡la envidian!
¿Otros pecados de Nancy alos ojos de los odiadores? Apoya la Revolución; además, declara su feminismo respecto a la situación de las mujeres dentro de esta nueva sociedad y la integración racial, hace a las mujeres negras protagonistas en sus poemas, su trabajo también trata la historia de la esclavitud y el maltrato en la relación de Estados Unidos hacia Cuba.
Nancy Morejón ha sido traducida al inglés, al francés, al alemán, al portugués, al italiano, al ruso, al polaco y al holandés y es especialmente conocida en los Estados Unidos, donde su obra es muy apreciada y ha sido traducida y reimpresa en numerosas ocasiones.
Multigalardonada, en 1983 obtuvo el Premio Mirta Aguirre con el libro Nación y Mestizaje en Nicolás Guillén, en 1986 Premio de la Crítica por su libro Piedra pulida. En1997 recibe de nuevo Premio de la Crítica por su libro Elogio y paisaje.
Ha merecido otros importantes reconocimientos dentro y fuera de nuestro continente entre ello el Premio Nacional de Ensayo Enrique José Varona de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba y el Premio Nacional de Literatura en el 2001.
Sin duda, son cuantiosos los “pecados” de Nancy para los enemigos de la cultura cubana.