
En la segunda imagen dada a conocer por la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio de Estados Unidos (NASA) se pude apreciar al planeta enano, el mayor objeto del cinturón de asteroides situado entre Marte y Júpiter, del mismo color que lo ve un astronauta.
Basados en esas instantáneas, la agencia estadounidense informó que, con un diámetro de 92 kilómetros y cuatro de profundidad, en el cráter Occator hay huellas de actividad geológica reciente.
Los expertos sugieren que los depósitos brillantes del fondo del cráter están formados por sales que quedaron allí después de que en el pasado las rocas y el hielo del subsuelo fueran expuestas en la superficie tras el impacto de algún objeto.
Ceres sorprendió hace unos meses a los científicos a causa de la aparición en su superficie de unas intrigantes manchas blancas brillantes en el fondo de algunos de sus cráteres.
Este fenómeno atrajo a los especialistas, quienes gracias a Dawn descubrieron que dichas manchas son originadas por materiales hidratados a causa de la sublimación de los líquidos.
El aparato de la NASA llegó al planeta enano el 6 de marzo de 2015, y desde entonces ha enviado miles de fotografías y grandes cantidades de datos.
Ceres es el mayor cuerpo del cinturón de asteroides con sus 900 kilómetros de longitud y constituye una fuente de información para investigar los orígenes del Sistema Solar.