
A solo metros del obelisco que marca el sitio de la caída en combate del Apóstol, se produjo el encuentro entre la dirección del Partido y un centenar de jóvenes, en un «lugar sagrado por todo lo que entraña», afirmó la primera secretaria del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas, Meyvis Estévez Echevarría.
La joven dirigente presentó al prestigioso historiador Eduardo Torres-Cuevas, director de la Oficina del Programa Martiano:
«Creo que hoy es un día muy feliz», enunció él. «Es decir, que realmente la pasión martiana está aquí, entre todos nosotros; y ha sido manifestada en la medida en que nos vamos acercando más a él y lo vamos entendiendo cada vez más.
«Martí es mucho más que todo lo que a veces pensamos que es», y enfatizó en la idea martiana: «Patria es humanidad, es la parte de la humanidad en que nacemos y con la cual estamos más obligados».
El concepto Patria, en Martí, está reiterado en numerosos escritos, comentó el experto, quien, además, trajo a colación el concepto según el cual es algo que se fusiona y que es indivisible. «Lo cubano es ante todo una cualidad nueva, y esa cualidad nueva está aquí, y siempre seguirá creciendo, permutando, desarrollándose; y entonces, cuando hablamos de la Patria, hay que tomarla como es en su concepto original, que quiere decir madre tierra».
Momento muy especial fue la narración del historiador del sagrado sitio, Antonio Espinosa Martínez.
«He tenido la oportunidad de meditar sobre lo doloroso, sobre lo traumático» de aquel 19 de mayo, dijo.
El día de la caída del Apóstol «hubo mucho dolor en el campamento mambí, prácticamente nadie consumió alimentos, no tuvieron ni siquiera la oportunidad de tener el cadáver de José Martí, porque había quedado en poder de los españoles, que fueron quienes lo sepultaron en una fosa común en el cementerio de Vuelta Grande». Y recordó que, como dijo el Generalísimo Máximo Gómez, «ese día se perdió al hombre más importante para Cuba en ese momento».
Conmovedoras fueron las palabras de Lil María Pichs Hernández, subdirectora de la Oficina del Programa Martiano, quien –acudiendo a la mirada del Apóstol– recordó que hay sentido de vida en el homenaje del 19 de mayo; y que, como dijera un día el Héroe Nacional, el mejor árbol es aquel que tiene debajo a un muerto. Añadió que «Martí es naturaleza».
Hay que llegar al corazón, es muy importante tocar el corazón de los seres humanos, sobre todo si se trata de convocar y de conmover con una causa. Ese eje conceptual fue compartido por Tin Cremata, quien estaba allí, con La Colmenita.
De optimismo reforzado por todo lo visto habló la directora del Centro de Estudios Martianos, Marlene Vázquez Pérez, quien alertó que, «en medio de la guerra simbólica, si algo nos quieren quitar es a Martí; y nosotros no vamos a permitir que nos lo falseen, y mucho menos que nos lo quiten».
OTRA CITA CON LA HISTORIA
«Una vez más estamos en una cita con la historia; y este encuentro ha sido tan emotivo, tan patriótico, tan lleno de enseñanzas, que merece que lo llevemos a un pódcast Desde la Presidencia, para que también lo podamos compartir con otros jóvenes de Cuba, y con nuestro pueblo». Así lo expresó el Presidente Díaz-Canel.
Recordó una máxima martiana: «Honrar, honra». Y a propósito, reflexionó: «Eso es lo que estamos haciendo aquí; y eso es lo que estamos tratando de hacer cada vez que tenemos un encuentro de este tipo: honramos nuestra historia, honramos a nuestros próceres, honramos a nuestros pensadores, honramos a nuestros héroes, honramos a nuestros mártires.
«Y nos estamos honrando a nosotros porque estamos creciendo, nos estamos superando, estamos aprendiendo, nos estamos emocionando, nos estamos comprometiendo más, y se nos están fortaleciendo las convicciones con la Patria, con la Revolución, con esa historia que tenemos, y con el socialismo».
El Jefe de Estado hizo referencia a una «coincidencia significativa»: Recordó al líder vietnamita Ho Chi Minh, nacido un 19 de mayo, hace 135 años, y destacó los puntos comunes en el pensamiento humanista, entre Martí y el luchador asiático.
«Cuando vivimos tiempos difíciles, yo creo que a Martí es necesario traerlo, pensarlo, creerlo, asumirlo», resaltó el Jefe de Estado, quien compartió esta convicción: «Necesitamos que cada ciudadano cubano, que cada joven cubano sea un martiano; y acudiendo a Martí lo podemos lograr; primero, por el patriotismo y el amor a Cuba que siempre profesó; y en segundo lugar, porque Martí tuvo una vida limpia». La ética, la moralidad en la vida del Apóstol, afirmó, es suficiente para inspirar.
«Por otra parte –razonó–, Martí siempre tuvo una resistencia ante la adversidad, y toda su vida fue una superación de adversidades; y, como él lo dijo en muchos de sus escritos, lo hizo sin acumular odio. Se fue por encima del odio.
«Traigamos a Martí a la situación actual, conviértanse ustedes, los jóvenes, en los abanderados de ese movimiento, porque nos estaríamos reencontrando con el pensamiento y con la acción del poeta político que más conoció a su pueblo, y ese fue José Martí».
Se recordó que la primera cruz que marcó el lugar donde Martí cayó fue hecha de Caguairán; por eso quedó sembrado allí el primero de los cien caguairanes que se plantarán en saludo al centenario del mejor y más grande discípulo del Apóstol: el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.
«NO HAY QUIEN NOS RINDA»
En una jornada cargada de simbolismo, el Presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez inauguró, como muestra de la importancia que se le concede en Cuba a la preservación de la historia, la sala museológica Dos Ríos, sitio anexo al Monumento.
El espacio, ubicado cerca del obelisco que honra al prócer, exhibe objetos históricos y recrea escenas de la vida de Martí en la región, destacando su legado independentista. En la ceremonia, Díaz-Canel resaltó la importancia del sitio como herramienta educativa para promover los valores patrióticos.
Acompañado por Roberto Morales Ojeda, miembro del Buró Político y secretario de Organización del Comité Central del Partido, y por las máximas autoridades de la provincia, a la inauguración le siguió, como ya se ha hecho habitual, un intercambio con habitantes de la comunidad, en el cual se abordaron avances sociales derivados de un programa de homenaje a Martí, como mejoras en el acceso al agua, los servicios gastronómicos, la remodelación de viviendas afectadas por la erosión del río, y la atención médica. A decir de Urbano Macías Fajardo, presidente del consejo popular, las acciones responden a demandas ciudadanas.
El delegado subrayó que estos proyectos se ejecutaron «en los momentos de menos cemento, combustible y recursos», demostrando la capacidad de resiliencia colectiva.
«Entonces la lección es esa, que a nosotros no hay quien nos rinda, y que en tiempos difíciles podemos hacer las cosas mejor, incluso, que como las hicimos en otros momentos», recalcó Díaz-Canel.
El Presidente visitó también la unidad empresarial de base Santa Úrsula, clave en la producción de sementales de alto valor genético para la ganadería.
Su objetivo principal radica en introducir mejoras a la genética del ganado nacional, mediante la producción de toros de alto valor para inseminación artificial y monta directa, contribuyendo a la eficiencia en la producción de carne y de leche. A pesar de su capacidad para albergar 120 toros, actualmente cuenta con 54, y se enmarca en un proceso de recuperación, como reflejo de limitaciones técnicas y económicas extendidas en el tiempo.
«Nuestro compromiso es seguir recuperando y fortaleciendo esta unidad, para contar con buenos sementales y mejorar la calidad del ganado cebú», recalcó Yunior Milanés Ramírez, director de la UEB.
Leticia Ledea Fernández, directora de la Empresa de Genética y Cría Manuel Fajardo, enfatizó en el compromiso con proyectos de pruebas de comportamiento en otras razas, y la preservación de la masa ganadera, pese a la sequía.
En un contexto de bloqueo recrudecido y de tensiones económicas, el mensaje principal que destacó en la jornada fue la capacidad de Cuba para impulsar proyectos transformadores, incluso en medio de adversidades, tal como, con su ejemplo, nos enseñó el mártir de Dos Ríos.