La primera vez que la vi fue muy cerca de dos cuadros: uno de Fidel Castro y el otro de un campesino mientras labraba la tierra. Ahí estaba parte de su esencia como mujer cubana.

Del Líder Histórico y de su familia obtuvo las enseñanzas precisas para decidir ser maestra y lo ha sido por generaciones.

Para Nellys Calzada Verdecia no hay imposibles y su vasta trayectoria en Cauto Cristo le hicieron merecedora de un reconocimiento por sus aportes, durante la última sesión de la Asamblea del Poder Popular correspondiente al actual periodo de mandato.

Se trata de una estudiosa genuina, licenciada en Historia, graduada en el Instituto Pedagógico Blas Roca Calderío, de Manzanillo.

“Mi motivación por el magisterio surge porque enseñar a hacer Revolución y sobre todo con los principios de Fidel Castro era una razón clara en mi vida personal y profesional.

“Procedo de una familia campesina, pero muy revolucionaria y eso  se convirtió en un estilo de vida que precisaba socializar. El aula: un aliado sin par”, significó.

Pero el talento, la rectitud y la entrega por el trabajo facilitaron un pronto ascenso de Nellys al convertirse en directora de una escuela secundaria.

“Lo más importante es ser útil. Quise haber aportado mucho más a la educación.

“El maestro no puede conformarse con su preparación, tiene la responsabilidad de estudiar todos los días”.

Su indiscutible liderazgo la llevó a ocupar cargo como primera secretaria del Comité Municipal del Partido y ocho años como funcionaria en el Poder Popular.

“La experiencia como secretaria llegó en momentos muy difíciles, cuando arreciaba el periodo especial y sin previa preparación para una tarea que desempeñé con el apoyo de mis compañeros.

“Mis ojos se dirigían hacia los problemas sociales, la atención a la población. Ofrecerle al pueblo una respuesta es tarea prioritaria para cualquier funcionario. Nos debemos a esa misma gente que nos confía sus preocupaciones”.

Defender los derechos de la mujer constituye una arista imprescindible de la vida de esta cautocristense.

“La plena dignidad la alcanzamos con la Revolución. Como secretaria de la Asamblea del Poder Popular mi meta era concientizar a las mujeres acerca de su protagonismo para que estas alcanzaran mayor independencia social, económica y psicológica. Hoy contamos con una elevada participación de delegadas en representación de las circunscripciones.

“Durante la primera nominación alcanzamos nueve féminas y desde entonces el número ha ido en ascenso.

“Estoy muy orgullosa de que la Asamblea esté presidida por una mujer (Daryami Leandra Ramírez Varón, también diputada al Parlamento), quien ha desarrollado una labor muy digna”, reconoció la maestra.

Aunque concluyó su vida laboral, Nellys dedica el mayor tiempo a las tareas familiares y de la comunidad:
“Es una honra servir desde mi barrio en la Federación de Mujeres Cubanas. Seguir el ejemplo de Vilma Espín. Hoy tenemos tareas muy importantes por desarrollar, sobre todo en la batalla ideológica y en lo económico.

“Desde la Federación trabajo en la educación de los niños y lo seguiré haciendo”, confirmó la pedagoga.

Nellys es una mujer de éxito, como expresara, no sin obstáculos en el camino. Supo criar y educar a su hijo y, en medio de todos sus esfuerzos, ganó una gran batalla en la salud, que tal vez a otros hubiera derribado. Ella es fuerte perseverante y decidida.