La extensa plantación de orégano se pierde con la vista. Los tonos amarillos comienzan a ganar protagonismo sobre el verde, anunciando el declive de un cultivo pasado de cosecha, con tallos floridos que obligan a la planta a movilizar los recursos hacia las flores, en detrimento de la calidad. Símbolo de este letargo en el ciclo de recolecta, por falta de envases , se erige en una parcela contigua, un campo de frijol donde antes existía un plantío de orégano.

FRAGUAR EL SUEÑO
Al ingeniero Ricardo Serrano Masquida le precede su reputación como productor de avanzada, la continua aplicación de la ciencia y la técnica y su disposición para encarrilarse en cualquier reto agroproductivo.
Convencido de la importancia de la Medicina natural y tradicional en el contexto cubano actual, incursionó hace casi tres años en la siembra de plantas medicinales (sábila y orégano), no exenta de obstáculos.
Su persistencia, lo catapultó desde el 23 de septiembre de 2022, como el primer proveedor granmense de plantas medicinales a la Unidad de desarrollo e innovación, Empresa Laboratorio Farmacéutico de Líquidos Orales (Medilip), adscrita al Grupo Empresarial de las Industrias Biotecnológica y Farmacéutica de Cuba.
“Medilip me planteó la necesidad de adquirir orégano por el incremento de las enfermedades respiratorias, y no paré hasta sembrar media hectárea. Parecía un loco buscando semillas, a veces en Veguitas, otras en Bayamo, pero logré la siembra.
“Experimenté el verdadero encadenamiento entre una forma productiva y una entidad estatal. Hubo una compenetración importantísima. Todo sincronizado: el camión, los tanques, los técnicos”, afirma Serrano Masquida.

Un equipo multidisciplinario, compuesto por directivos, tecnólogos, microbiólogos, capacitaron a los operarios de La Victoria, en cuanto a los requisitos de siembra, la desinfección de las hojas y la incorporación de conservantes para mantener los principios activos de la planta.
Como resultado, se inició la producción de orégano francés, jarabe al 10 por ciento, empleado con fines anticatarrales y comercializado en los sistemas de farmacias y ópticas de Granma, Santiago de Cuba, Holguín y La Habana; Apicuba, Labiofam y la tienda en ventas minoristas aprobada a Medilip.
“La primera vez que vi la producción de nosotros en un pomo, como producto terminado, sentí un orgullo y una satisfacción indescriptible. Eso tiene un valor sentimental, que pa’ qué”, enfatiza conmovido Serrano Masquida.

En 2021 Medilip obtuvo ventas netas en el orden de los 135 millones 200 mil pesos, el 19 por ciento fue de productos naturales. En 2022, estos últimos tuvieron una incidencia de un 30 por ciento en el total de ingresos, estimado en 165 millones 600 mil pesos.

El año pasado, en apenas tres meses, se produjeron 266 mil 441 unidades lo cual generó nueve millones 300 mil pesos, todo a partir del procesamiento de la planta fresca, que demora apenas 15 días para la obtención del producto final hasta su comercialización.
“En estos dos meses transcurridos de 2023, solamente de orégano, entregaremos a los diferentes destinos unas 180 mil unidades. A ese ritmo, podemos superar una meta de 600 mil unidades solo a partir del orégano y el extracto obtenido con el productor Ricardito, sin contar la sábila”, pronostica Efrén Rodríguez Lora, director general de Medilip.

EN GRANMA
Ana Labrada Castillo, especialista del área agrícola de plantas medicinales y frutales, en la Delegación provincial de la Agricultura, explica que este Programa de Medicina natural y tradicional cuenta con una finca provincial y cinco módulos municipales que abarca Manzanillo, Guisa, Campechuela, Media Luna y Bartolomé Masó, además de tres productores líderes: Carlos Puertas, de Niquero; Ricardo Serrano y Andrés Matos, ambos de Bayamo.
Todos, tienen la misión de suministrar masa vegetal a los centros de producción local para dar respuesta al cuadro básico de medicamentos naturales que consta de 42 especies; 34 de estas cubiertas.
“Disponemos de 50 hectáreas para la siembra de plantas medicinales, el 42,6 por ciento están activas, con orégano, caña santa, pasiflora, caléndula, llantén, tilo, menta japonesa, sávila, entre otras.
“Especies como el eucalipto y la majagua se cosechan silvestres, otras se incumplieron porque Salud no contó con el financiamiento para pagar a algunos productores”, explica Labrada Castillo.
Tampoco es de desestimar el impacto de la seca y la ausencia de sistemas de riego en los rendimientos, no obstante, al cierre de diciembre, el plan se cumplió al 115 por ciento, con la entrega de 74,5 toneladas.
TALÓN DE AQUILES
Si bien resulta plausible este encadenamiento de Medilip con el productor primario, tampoco está libre de contratiempos propios de todo proceso que inicia, más en las condiciones económicas del país.
“Tengo más de 10 toneladas de orégano en mis manos echándose a perder. Este es un cultivo de ciclo corto que está a los 60 días de sembrado y cada 45 debes hacer un corte. Si empieza a madurar pierde las hojas, poniendo en riesgo la cosecha y la obtención de productos medicinales.
“Económicamente también nos afectamos, porque hemos montado el 60 por ciento de los ingresos de la finca sobre la base de las entregas a Medilip, ello repercute en parte del salario de mis trabajadores y la sostenibilidad de la finca.
Ante el evidente deterioro del orégano, cabría preguntarnos, ¿es la entrega mayor que la demanda de la industria?, ¿qué explica la pérdida de estas materias primas en el campo?, ¿qué proyecta Medilip para revertir la situación?
LA INDUSTRIA TIENE LA PALABRA
En diálogo con Efrén Rodríguez Lora, director de Medilip, supimos que se aprovechan las capacidades instaladas de productos líquidos orales para elaborar medicamentos naturales que comprenderán, además del orégano, sábila, caña santa, eucalipto… retos ante los cuales prevén acondicionar una nueva área.
“El principal problema de la cadena está en el déficit de envases de 220 litros que se destinan a colectar la masa vegetal cosechada por el productor; además, para almacenar el extracto hidroalcohólico de aloe, majagua, orégano y seudotallo de plátano que el Centro de Investigación y Desarrollo de Medicamentos proporciona a Medilip en La Habana.
“Esos mismos envases, se destinan a buscar en Camagüey el sorbitol natural. Próximamente, se incluirá a este ciclo productivo la sábila, lo cual acrecentará la demanda.
“La empresa está en la disposición de incrementar estas capacidades que giran en torno a los 300 envases, para ello compramos con la misma empresa de plásticos Bayamo unos 98 tanques, pero ellos también tienen sus compromisos de país.
“En los próximos meses añadiremos algunos recipientes a estos procesos con la entrada de materias primas importadas”, pronosticó Rodríguez Lora.
Mientras Medilip pule los métodos de obtención de ese extracto, las tecnologías, las capacidades logísticas y productivas, las producciones se pierden en los campos, trayendo consigo prejuicios al productor y una posible ruptura en la cadena productiva.
La necesidad de fortalecer la medicina natural y tradicional, como una alternativa a los productos farmacológicos, demanda de iniciativas y encadenamientos hacia lo interno de cada entidad granmense y a nivel nacional para no echar por la borda las capacidades de siembra de cada territorio.