Nochebuena, más que una tradición pagana

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Por Luis Carlos Frómeta Agüero | 24 diciembre, 2023 |
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El 24 de diciembre se celebra en todo el mundo la Nochebuena, una festividad cristiana que conmemora la víspera en que nació Jesús. Existen una serie de símbolos y costumbres que suelen acompañar a la Nochebuena. Uno de los más populares es la misa de gallo o misa de los pastores, la cual tiene una duración de 2 horas y termina exactamente a media noche.

Podemos encontrar varios motivos de por qué se le llama Nochebuena a la noche del 24 de diciembre. El primero de ellos y más importante es precisamente porque fue la noche del nacimiento de Jesús y por tanto fue una “buena noche”.

En segundo lugar, y ya por motivos más contemporáneos, se trata de una buena noche porque la pasamos celebrando en familia, comiendo y riendo, lo que demuestra felicidad.

El origen pagano de la Nochebuena

No  todos los cristianos celebran esta festividad, porque consideran que tiene su origen en fiestas paganas y a decir verdad, hay muchas festividades antiguas que giraban en torno al 24 de diciembre, principalmente porque se trata del día en que resurge el sol durante los meses de invierno, exactamente 3 días después del solsticio de invierno que es el 21 del mismo mes.

Los primeros orígenes de esta festividad se remontan a Egipto y al Dios Ra. Luego, en la antigua Grecia, justo en esa fecha se realizaban las ceremonias y culto al Dios Apolo, haciendo que todo el epicentro de la celebración girase en torno al oráculo de Delfos, principal templo erigido y consagrado a ese Dios.

Por último y poco antes del surgimiento del cristianismo, esta era la fecha para la celebración de las Saturnales, unas festividades romanas en honor a Dios Saturno, donde las personas degustaban de un sabroso y abundante banquete e intercambiaban regalos.

Muy parecido a la Nochebuena, pero a diferencia de ésta, la celebración duraba 7 días los cuales comenzaban el 17 de diciembre y terminaban el 23 del mismo mes y se permitía durante ese periodo dejarse llevar por todos los excesos que se quisieran desobedeciendo así las reglas sociales impuestas durante el resto del año.

Para los cubanos es también tradición y celebrarla deviene momento de felicidad, aún en los momentos más difíciles. Reunirse con amigos y familiares nunca está demás .Comparta con lo que esté a su alcance y Al mal tempo buena cara, como decía mi abuela, cuando el fogón familiar no  abastecía la aspiración de los presentes.

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