
En el mundo del humor cubano, pocas figuras destacan con tanto carisma y autenticidad como Duanny Rogelio Mendoza Quesada, un manzanillero que ha sabido ganarse el corazón del público mediante su ingenioso y entrañable personaje: Ajo Porro.
La música, ese eterno compañero de viaje, le abrió múltiples puertas. Los grupos en que trabajó: To Mezcla’o y Gitano compartían escenarios con elencos de destacados humoristas. El ambiente festivo y la risa eran motivaciones suficientes. Fue entonces cuando se le presentó una oportunidad inesperada: el espacio televisivo Los cuentos de Pepito, donde comenzó a dar sus primeros pasos en el humor.
Aunque su camino artístico lo emprendió como percusionista menor, en la capital cubana, el destino le jugó una broma que cambiaría su vida para siempre. En una de las giras por Ciego de Ávila, se enamoró de la región y decidió establecerse allí durante cinco años.
Mendoza Quesada sentía que llevaba el humor en la sangre y comenzó a colaborar con el grupo Campo Lindo, que le facilitó presentarse en la famosa Peña del Flamboyán. Fue allí, en un entorno propicio para la creación y la diversión, donde soltó un paquete de Ajo Porro.
Pronto se dio cuenta de la química especial que surgía entre él y su audiencia mediante aquel personaje que rápidamente se convirtió en un referente del espectáculo en la región y, mientras crecía su popularidad, acudía a espacios televisivos locales, al carnaval y a actividades institucionales.
Recuerda que una de las más memorables fue el Festival del Humor en Manzanillo, en el que demostró su capacidad para conectar con el público de manera única.
Hace cinco años, Duanny regresó a su querido terruño, esta vez integrándose al equipo técnico de la orquesta Original, bajo la dirección de Pachi y su hija Karelia. Sin embargo, la inquebrantable pasión por la comedia nunca se desvaneció; sigue haciendo reír al pueblo con su estilo de humor criollo, costumbrista e interactivo que lo caracteriza.
Ajo Porro, como personaje sociable y carismático, se ha ganado el cariño de la gente, y no es de sorprender que Duanny tuviera tantos seguidores dentro y fuera de Cuba, en lugares como México y Venezuela. La esencia del humor cubano, inherente a su ADN cultural, parece fluir naturalmente en cada actuación.
Actualmente, mantiene su presencia activa en las redes sociales, en las cuales comparte risas y alegría con su página Ajo Porro La bandera de Manzanillo y su perfil personal en Facebook: Duanny Mendoza, plataformas digitales que le permiten mostrar su trabajo y cultivar cariño a lo largo de los años.
Recientemente, regresó a La Habana para iniciar los trámites de ingreso al catálogo del Centro Promotor del Humor, objetivo que aspira a consolidar.
Al finalizar el encuentro, Duanny lanza una jocosa analogía respecto al precio del mazo de ajo porro, un producto que, aunque no sabe su valor actual, asegura tener una oferta increíblemente barata:
-Con una sonrisa basta, dijo.
En definitiva, la historia de Duanny Rogelio Mendoza Quesada, alias Ajo Porro, es un viaje lleno de risas, música y amor. Su legado en el mundo del humor cubano se multiplica y, en cada actuación, suma sonrisas y aplausos en el corazón de su audiencia.