
NO SE TRATA DE OTRA VARIEDAD DEL ÁRBOL VIGOROSO, ES LA HISTORIA DE LA INSTRUCTORA DE DANZA ROSARIO POMPA FIGUERERO, DELEGADA DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN 36 DE BUEY ARRIBA Y CANDIDATA A LA X LEGISLATURA DEL PARLAMENTO CUBANO.
El sol ilumina la escuela primaria Guillermo González Polanco, de San Pablo de Yao. En su interior el busto del Maestro y la Bandera cubana escoltan a niños que danzan junto a la joven instructora de arte. Afuera, el despejado cielo define la nitidez de la Sierra.
Maestra. Hay olor a café y el Instituto de Meteorología anuncia buen tiempo.
-¿Por qué la danza?
-De pequeña, los maestros avizoraron mi inclinación por el arte, hasta que en segundo grado, una vecina, instructora, comenzó a prepararme para luego presentarme a una escuela especializada.
“Acudía los fines de semana a la Casa de cultura, participaba en diversos concursos y ruedas de casino junto a mi hermano Rayniel, como pareja de baile.
“Al llegar al sexto grado conocí de una convocatoria para la academia Manuel Muñoz Cedeño. Acompañada de mi madre, fui al taller, aprobé y comencé mis estudios en esa importante institución”.
-¿Qué pasó luego?
-Nunca me había separado de mis padres, extrañaba mucho la zona donde vivía, la familia, los amigos… fue tanta la añoranza que, finalmente, causé baja técnica, y regresé a la montaña, matriculé en una secundaria básica interna en La Cristina y proseguí con mi afición por la danza.
“En noveno me presenté a los exámenes de ingreso para instructores de arte, en la Cacique Hatuey; al culminar, realicé dos años de Servicio Social en una dirección zonal; Las Guásimas, Cirugía, Pinal Quemado.
“Impartía talleres, montaba coreografías y cuanto podía hacer, atendiendo la inclinación artística de los niños. En esos trajines alcancé la Licenciatura.
“Cumplida esa etapa regresé a San Pablo de Yao y comencé a trabajar en la escuela primaria Guillermo González Polanco, donde laboro y me enorgullezco al trabajar con los maestros que un día me educaron”.
-Eres candidata a diputada al Parlamento, ¿sorprendida?
-Desde niña escuchaba a mi padre hablar de sus funciones como presidente del Consejo Popular, del trabajo en la circunscripción, las asambleas…era el tema de conversación en mi casa.
“Él culminó su mandato, ahora estoy yo. Cuando hablo del tema siento una energía tan grande que se me anuda la garganta y no puedo evitar la satisfacción.
“Mis raíces están en el Comités de Defensa de la Revolución, que es decir pueblo y como tal asumiré. Cuando los adultos envejezcan o no estén, brotamos nosotros, firmes como un roble, para continuar el legado”.
El tiempo se agota, atrás dejo la mirada curiosa del vecindario y una estela de palmeras que danzan con la brisa mañanera. Me despido de Rosario y de San Pablo de Yao. Meteorología pronostica buen tiempo para los próximos días .