En principio, la otrora división político-administrativa, según la cual, el país estaba conformado por 63 provincias y ciudades es reemplazada por un nuevo ordenamiento –más compacto y se espera que también más eficiente- integrado por solo 34 unidades administrativas (28 provincias y seis urbes gestionadas centralmente).
Igualmente, la cantidad de entidades administrativas comunales también se redujo con creces al pasar de más de 10 mil antes de la reorganización a solo tres mil 321, entre las cuales se incluyen dos mil 621 comunas, 687 distritos y 13 zonas especiales.
En opinión del politólogo Nguyen Si Dung, ésta es una reforma administrativa de gran magnitud, que no se limita a cambiar los mapas provinciales y municipales, sino que supone un punto de inflexión en la reestructuración integral para construir una administración simplificada y moderna, capaz de aprovechar las oportunidades en la nueva era.
Según el experto, las 63 provincias y ciudades del país constituían una cifra inusual en comparación con el tamaño de su población y la superficie.
“Esta estructura administrativa se formó en un contexto histórico específico, pero ahora ha mostrado claramente sus limitaciones y se ha convertido en un importante obstáculo para la eficacia de la gestión estatal y la productividad nacional”, valoró.
Vietnam, enfatizó el también ex asesor gubernamental, está entrando en una fase de desarrollo profundo, en el cual el crecimiento no puede seguir dependiendo de la explotación de recursos o de mano de obra barata, sino que debe basarse en la productividad, la innovación, la transformación digital y una conectividad regional efectiva.
Para alcanzar estos objetivos se requiere que las unidades administrativas sean lo suficientemente grandes como para planificar a largo plazo, absorber inversiones estratégicas, organizar el espacio de desarrollo y coordinar los flujos de capital, trabajo y tecnología a escala regional, señaló.
UN GOBIERNO LOCAL TAMBIÉN DIFERENTE
Los cambios en curso en la nación indochina atañen también al gobierno local que, a partir del 1 de julio, se sostendrá, por primera vez, solo sobre dos niveles: provincial y comunal, y eliminará el distrital.
El propósito, han reiterado los más altos dirigentes del país, es construir un gobierno que esté cerca del pueblo y le sirva mejor, y al mismo tiempo cree una nueva situación favorable al desarrollo nacional y con una visión a largo plazo.
A tales efectos, el Gobierno vietnamita emitió 28 decretos sobre descentralización, delegación de poderes y determinación de la autoridad en la organización de los gobiernos locales de dos niveles, los cuales definen con claridad las competencias de cada cual.
Para dar una idea de la magnitud de los cambios, el viceministro de Finanzas, Ho Sy Hung, explicó en conferencia de prensa que los preparativos se llevaron a cabo con sumo cuidado e implicaron la revisión de cinco mil documentos legales.
Además, se identificaron dos mil 718 tareas clave entre los niveles central y local, de las cuales mil 470 se descentralizarán y transferirán a las autoridades locales, y mil 248 tareas se dividirán entre los niveles provincial y comunal.
Sy Hung dejó claro además que estos cambios no afectan ni dificultan el entorno empresarial y de inversión, sino que crearán un espacio más amplio para el desarrollo económico y social y simplificarán los procedimientos administrativos y descentralizarán el poder para dirigir las unidades.
De este modo se busca alcanzar el objetivo del Ejecutivo vietnamita, que es reducir al menos un 30 por ciento de los procedimientos administrativos y acortará tiempo y disminuirá costos de cumplir con los mismos, subrayó.
La reorganización de los gobiernos locales supondrá asimismo una notoria disminución en el número de dirigentes y funcionarios públicos a nivel provincial y comunal.
Se espera que en el nivel provincial se reduzcan más de 18 mil 440 puestos en comparación con el número asignado por las autoridades competentes en 2022, mientras en el nivel comunal se eliminarán más de 110 mil 780, y se pondrá fin, asimismo, a las actividades de aproximadamente 120 mil 500 activistas a tiempo parcial.
CAMBIOS SOBRE UNA SOLIDA BASE LEGAL
Tocó al recién finalizado noveno periodo de sesiones de la Asamblea Nacional (Parlamento) proveer una sólida base legal al amplio proceso de cambios en que está inmerso Vietnam, de cara a iniciar una nueva era de ascenso que lo llevará a convertirse en un país en desarrollo con una industria moderna y de ingresos medios altos para 2030 y en una nación desarrollada y con altos ingresos para 2045.
En primer término, el Legislativo aprobó por unanimidad la Resolución que modifica y complementa una serie de artículos de la Constitución de 2013.
Se puede afirmar que la enmienda y complementación de varios artículos de la Carta Magna cumplió con los procedimientos y procesos prescritos, diversificó las formas para que la ciudadanía contribuyera con sus opiniones, y promovió una democracia sustantiva en un momento histórico importante del país, subrayó el titular del Legislativo, Tran Thanh Man.
El líder parlamentario destacó que, en un mes de recopilación de opiniones de la población por diferentes vías, se recibieron 280 millones 226 mil 909 comentarios, con una tasa de aprobación del 99,75 por ciento, tomados en consideración a la hora de redactar el proyecto final de resolución aprobado.
Solo en el Legislativo el texto fue discutido tres veces en plenario y otras más en grupos, “lo que demuestra la cautela, seriedad, apertura y responsabilidad de la Asamblea Nacional en general, y de cada diputado en particular, en este importante trabajo”, insistió.
El Parlamento dio luz verde también a la nueva Ley de Organización del Gobierno Local (enmendada) que, según su sitio web, “demuestra un pensamiento innovador orientado a la gobernanza moderna, crea desarrollo, elimina “cuellos de botella” y desbloquea recursos para alcanzar el objetivo de un crecimiento rápido y sostenible en la nueva”.