‘La iniciativa priorizará inicialmente la tecnología de vacunas de ARN mensajero (ácido ribonucleico), pero podría expandirse a otras en el futuro’, señala la OMS.
Aclara también que la intención con esas pequeñas industrias es el establecimiento de un proceso productivo con el cual se facilite la capacitación y suministro de todos los procedimientos operativos estándar necesarios para la elaboración con calidad de las vacunas contra la Covid-19.
‘Para lograr establecer esas fábricas, es esencial que la tecnología utilizada esté libre de restricciones de propiedad intelectual en los países de ingresos bajos y medianos, o dichos derechos se mantengan disponibles para el centro y así puedan producir, exportar y distribuir los inmunizantes’, recalca la organización.
A su vez, puntualiza que la OMS dará preferencia a los fabricantes de vacunas con resultados favorables en ensayos clínicos en humanos, pues ello contribuye a la aprobación acelerada en las naciones en desarrollo.
Se prevé que la OMS trabaje con financiadores y donantes para movilizar apoyo financiero y establecer los centros en el menor tiempo posible.
‘Esas acciones garantizarán que todas las regiones de la Organización Mundial de la Salud puedan producir vacunas como medidas esenciales de preparación contra futuras amenazas infecciosas’, apunta el comunicado.