El cuarto mes del año trasciende como el de las flores, significación que parte de la palabra “aperio”, que denota “abrir”, de ahí que este mes adquiriera ese nombre, debido a que las plantas comienzan a florecer.
Para los cubanos, abril adquiere una significación que va más allá del despertar de la naturaleza, pues hace 62 años, específicamente el 17 de ese mes en 1961, nuestro país fue víctima de una agresión imperial por Playa Girón y Playa Larga.
Aquel abril, como dijera el cantautor cubano Silvio Rodríguez, “el aire tomó forma de tornado”. En él iban amarrados la muerte y el amor; la muerte encarnada en un imperio que no podía permitirse que a 90 millas una nación ondeara libremente una Revolución con todos y para el bien de todos; el amor, simbolizado en esos hombres casi niños, que defendieron con uñas y dientes tamaña conquista.
Abril fue dolor, pérdida, muerte necesaria, pero también hazaña, presente y futuro, gracias a un grupo de jóvenes que se hicieron hombres de un día para otro; niños, a los que como diría Silvio, les arrancaron “los juegos de un tirón” y se vieron obligados a empinarse y a ponerse a la altura de las circunstancias.
Abril pertenece a ese cúmulo de efemérides imprescindibles para la nación, como el 1 de enero, el 2 de diciembre, el 26 de julio, fechas en las que también se ponía en juego el futuro de la Patria; aquel abril constituyó la primera gran derrota del imperialismo norteamericano en América Latina.
A 62 años, nuevos retos se asoman para la nación en este abril de victorias, en que los cubanos, como un Girón gigante, construimos nuestro socialismo. Este abril quedó constituida la X Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular con 470 diputados, quienes eligieron al Presidente, Vicepresidente, Secretario y demás integrantes del Consejo de Estado; al Presidente y al Vicepresidente de la República; y designaron, a propuesta del Presidente de la República, al Primer Ministro, a los Viceprimeros Ministros, al Secretario y demás miembros del Consejo de Ministros.
El Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, sobre Girón, afirmó: “Se trata del triunfo de lo justo sobre lo injusto, del pequeño David frente al gigante Goliat, de una Revolución socialista frente a las narices de un imperio, tal como la definió Fidel en 23 y 12, en la despedida de duelo por las víctimas del bombardeo a los aeropuertos de Ciudad Libertad, Santiago de Cuba y San Antonio de los Baños, en el preludio de la invasión.
“Es tan épica esa victoria, que 62 años después los derrotados no han podido perdonarnos. Y es gracias a esa victoria que hoy instalamos, por décima vez, la Asamblea del pueblo”.
Abril despierta, y con él, el destino de Cuba, una nación que se erige en el pedestal de su historia para trazar su futuro, renovado, a la altura de los tiempos, pero sin perder su esencia.
En palabras de Díaz-Canel: “Así como recordamos Girón, recordaremos siempre la crueldad del bloqueo reforzado en condiciones de pandemia; la infame inclusión de Cuba en una lista de supuestos patrocinadores del terrorismo para sitiar todas las vías financieras; el oxígeno que se negaron a darnos, mientras estimulaban rebeliones callejeras, de algún modo nos lo negaban ya al cerrar cada posibilidad de comercio o financiamiento.
“De todas esas batallas va saliendo vencedor el pueblo y no tengo ninguna duda de que, como en Girón, ¡seguiremos venciendo!”.