Aunque el diccionario de americanismos acoge el costarriqueñismo chupamangos con el significado de “la boca de las personas”, en el oriental campo cubano este redactor lo escuchó con el sentido de tonto, lerdo, y más finamente insensible, egoísta en un solo amasijo.
La temporada de cosecha este fruto de la especie Mangifera indica es una bendición total para los humanos y otras especies, pues a su rico olor, sabor y textura suma varias propiedades alimenticias e incluso terapéuticas.
Hay consumidores racionales de la dulce pulpa, otros depredan los plantíos y aún otros responden cabalmente a la palabra que encabeza estas líneas, en consonancia con la sabiduría guajira.
Porque… recordemos que posee una cáscara inicialmente verde que con la madurez llega a tener tonos amarillos de diversa gama; bien usada puede servir como alimento animal, las semillas secas tienen una almendra rica en grasas complementarias del condumio de los cerdos en tiempos de seca.
Pero mal usada resulta un peligro viscoso, real, tangible, autodeslizante, golpeador.
Hace muy poco este redactor vio a una anciana realizar un complicado y obligatorio paso de baile, split lo llaman, en que las piernas de la persona se abren como un reloj que marca las nueve y cuarto.
Eso sucedió en la portada de Expo Granma, trabajo costó a quienes la auxiliaron, incorporarla y llevarla al contiguo hospital Carlos Manuel de Céspedes.
Felito, un camarada de años juveniles resbaló con una cáscara del rico fruto, se dio un buen tortazo en el fémur… un huesecillo astillado y luego enquistado. Tumor, fatal amputación, todo por una gracia “muy graciosa”. ¿Hubo necesidad?
En una de las más céntricas calles de la ciudad de Bayamo, justo frente el hotel Telégrafo un chupamangos devoraba una cesta del producto y tiraba las cáscaras a sus pies, como esos adornos que se ven tanto en las redes cuando la gente se casa.
-Compay, tú mismo puedes resbalar, le aconsejó un anciano.
-Siga su camino y no se meta en lo que no le importa, puro, no sea que quien patine sea usted.
¡Que feo no?
Por doquier calles, acera, entradas de negocios aparecen como campos minados, solo un error y el transeúnte vuela por los aires.
Otra cuestión a tener en cuenta es no torear los carros de la basura… si el carro pasa a las 5:00 a.m no saque los desperdicios luego de esa hora, una, porque afea lo ya higienizado y otra que eso enturbia el prestigio de esos esforzados obreros, cuyos directivos tienen que afrontar los palos que les llueven en las reuniones, casi siempre injustamente.
De eso doy fe.
Amigo lector no se contagie con los chupamangos. Pórtese bien para que su familia lo quiera.