Nuevo año, mente renovada

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Por Yelandi Milanés Guardia | 19 enero, 2022 |
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Aún está fresco el aniversario del Triunfo Revolucionario y una de las mejores formas de hacerle honor a este importante acontecimiento, es tener presente y llevar a vías de hecho una de las partes que conforman el magistral concepto de Revolución, en la cual se enuncia que es cambiar todo lo que debe ser cambiado.

Desde mi óptica uno de los mayores desafíos actuales es el cambio de mentalidad, una cuestión inaplazable en estos tiempos de retos continuos ante las carencias de recursos y de recrudecimiento del bloqueo económico, el cual nos impide adquirir bienes materiales y nos induce al imperativo de crearlos nosotros mismos, un pensamiento que ya va ganando espacio en la mente colectiva, pero que necesita pasar de la idea al hecho.

En los últimos meses de 2021 se aprobaron en Cuba disímiles medidas para dinamizar el sector agrícola y el industrial, con el objetivo de eliminar trabas y escollos entorpecedores del desarrollo en estos ámbitos, con el fin de ser más autosuficientes y esperar menos a lo que arribe a nuestros puertos y podamos generar en territorio nacional.

Esas disposiciones no solo buscan la tan ansiada soberanía alimentaria, sino impulsar el despegue económico y productivo de la nación, única fórmula para aspirar a ser menos dependientes, y aunque no todo se puede sustituir porque hay materias primas inexistentes en Cuba, estos meses de pandemia han demostrado que tenemos muchas potencialidades para dar solución a las crecientes necesidades.

Sin dudas, nuestra creatividad ha sido uno de los salvavidas en estos momentos difíciles, en que nuestro ingenio y las ideas novedosas nos han permitido surcar las más tormentosas aguas.

Pero las adversidades de estos tiempos no solo han venido de fuera, sino que lamentablemente han surgido de nuestro pensamiento atrasado en un mundo en que a problemas nuevos, se le deben anteponer soluciones rápidas y nuevas.

Otro escollo ha sido el desconocimiento de las medidas novedosas en la base, donde deben concretarse y tristemente muchos exigen flexibilizaciones y permisos, aprobados ya por la dirección del país.

Vivimos la era de la información y en ella no podemos darnos el lujo de estar desinformados, sobre todo si la aclaración de muchas de nuestras dudas están a la distancia de un doble clip en Internet.

A veces no podemos esperar reuniones para explicarnos disposiciones publicadas en disímiles sitios de la gran red de redes, lo cual aceleraría procesos que por las vías formales demoran y entorpecen la urgencia que demandan estos tiempos.

Los campesinos, empresarios estatales y los nuevos actores económicos deben estar al día con los últimos avances en su sector, y con la mente abierta a los cambios, pues la vida sabiamente enseña que nada permanece invariable y todo está en constante movimiento.

La inercia y lo imposible deben ser las grandes palabras desterradas de nuestro cerebro, porque mentalmente crean barreras que nos impiden avanzar y concretar nuestros sueños más deseados.

En este 2022 nuestro inaplazable cambio de mentalidad lo debe presidir un sabio adagio: “Camina, y el mundo caminará contigo. Detente, y el mundo seguirá caminando”.