Orgullo y humildad en la vida de Dilberto

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Por Osviel Castro Medel | 15 abril, 2021 |
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Dilberto habla del privilegio de hablar en nombre de miles de jóvenes granmenses.FOTO/Osviel Castro

Posee la modestia en los ojos y el deseo de hacer por Cuba incrustado bien adentro del pecho. En su historia se descubre un ejemplo de superación constante, sacrificios inimaginables y el apoyo de los seres queridos.

Él se nombra Dilberto González García, se desempeña como primer secretario de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) en Granma y está en la honorable lista de jóvenes que participarán como delegados, del 16 al 19 de abril, en el Octavo Congreso del Partido Comunista de Cuba, una organización que cada día apuesta más por las nuevas generaciones.

Creció en un hogar humilde de Mateo Román, un caserío rural del municipio de Yara, rodeado de sembrados de arroz.  Su madre es maestra y el padre, campesino. Los dos le hablaron desde niño del valor de la sencillez, la honestidad y el respeto.

“Además me insistieron en que jamás olvidara el lugar de donde salí. Así lo he hecho y eso mismo le he inculcado a Mélany, mi hija de nueve años», cuenta.

Él tuvo la oportunidad de convertirse en trabajador social y desde ese puesto, en el que estuvo un lustro, se vinculó a la Juventud, hasta que pasó a ser instructor en la organización. Fue escalando progresivamente por sus resultados y hoy, a sus 32, no se cansa de agradecer las enseñanzas de incontables personas, muchas de las cuales lo felicitaron cuando lo supieron delegado al Congreso.

Está orgulloso de participar en esta cita partidista, no en balde llamada “de la continuidad histórica”.  Confía en las nuevas generaciones por eso dice que “el relevo es necesario y entendible; no será casual ver cambios en el Comité Central aunque nuestros referentes seguirán siendo Fidel, Raúl y otros integrantes de la generación histórica, como también lo son Céspedes, Maceo, Martí, Julio Antonio Mella, el Che y muchos otros héroes».

Críticamente señala que se debe revisar todo cuanto se hace cada día desde la UJC, “estudiar mucho las tendencias de los jóvenes, saber qué les atrae, analizar por qué unos se dejan hechizar por cantos de sirenas y muchos más están en la primera línea de la batalla”.

Dilberto está seguro que participará en un congreso imborrable, en el que aprenderá mucho. “Será una escuela y un estímulo. Mis familiares están muy contentos porque esta oportunidad no se repetirá.  Es el mayor estímulo que he recibido en la vida”, dice con sana presunción.

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