
El 26 de julio de 1953 marca una fecha especial en la historia de Cuba, pues valerosos jóvenes asaltaron a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, en las ciudades de Santiago y Bayamo, respectivamente.
Posterior a la acción heroica de esos noveles, aconteció el juicio contra el líder de aquellos sucesos que estremecieron a la nación y al mundo, el cual con admirable actitud defendió y esbozó las razones, que tras intentos pacíficos inútiles, los lanzaron a la inevitable vía armada.
En su alegato Fidel Castro Ruz denunció todos los atropellos que cometió Batista, luego de su golpe de estado el 10 de marzo de 1952, contra la Constitución, las instituciones cívicas, jurídicas y el pueblo cubano.
A ello unió la denuncia de seis grandes males. Por eso dijo que el problema de la tierra, la industrialización, la vivienda, el desempleo, la educación y la salud, constituían los seis puntos a cuya solución se encaminaban resueltamente sus esfuerzos, junto con la conquista de las libertades públicas y la democracia.
El ilustre revolucionario describió con honda tristeza los atropellos, la barbarie y las torturas que se cometieron con sus compañeros de lucha, muchos de ellos lamentablemente muertos, para quienes no clamaba venganza: “Como sus vidas no tenían precio, no podrían pagarlas con las suyas todos los criminales juntos. No es con sangre como pueden pagarse las vidas de los jóvenes que mueren por el bien de un pueblo; la felicidad de ese pueblo es el único precio digno que puede pagarse por ellas.
“Mis compañeros, además, no están ni olvidados ni muertos; viven hoy más que nunca y sus matadores han de ver aterrorizados cómo surge de sus cadáveres heroicos el espectro victorioso de su ideas”.
En aquella sala donde se celebraba el juicio, no solo retumbó su firme certeza de que no le importaban las condenas -pues se sabía absuelto por la historia- sino una frase que resumía la invariable y valerosa determinación de la Generación del Centenario: “Sí, vinimos a combatir por la libertad de Cuba, y no nos arrepentimos de haberlo hecho”.