Cada 18 de junio se hace un llamamiento a contrarrestar el odio y promover la libertad de opinión y expresión en todo el mundo. Se celebra el Día internacional para contrarrestar el discurso de odio, iniciativa generada por la Organización de las Naciones Unidas.
Con esta efemérides se pretende visibilizar la manera en la cual el odio afecta la paz, vulnerando los derechos humanos y las libertades básicas de las personas. Se extiende una invitación a los gobiernos, las organizaciones internacionales, la sociedad civil y las personas a llevar a cabo acciones e iniciativas que promuevan estrategias para identificar, abordar y contrarrestar el discurso de odio.
El discurso de odio es concebido como cualquier tipo de comunicación verbal escrita o conductual, que utiliza un lenguaje peyorativo o discriminatorio hacia personas o grupos, basado en sus creencias, origen étnico, religión y otros aspectos.
A nivel mundial se observa con honda preocupación el aumento de los discursos que incitan a la violencia y la intolerancia, generando daños físicos, psicológicos y emocionales a las personas afectadas.
Es una amenaza latente para los derechos humanos y la estabilidad social, propiciando conflictos, tensiones, teorías conspirativas, prejuicios y discriminación (racismo, xenofobia, antisemitismo, misoginia, islamofobia y homofobia).
Las nuevas tecnologías han contribuido a proliferar este tipo de contenido retórico y divisorio, a escala global.